Cuando supe que ella estaba embarazada de nuevo (y de gemelos esta vez, ahí es nada) lo primero que hice después de alegrarme y felicitarle fue empezar a darle vueltas a la cabeza y qué cositas podría tejerles a los recién nacidos. Y es que la mente de las tejedoras yonkis funciona así: siempre pensando en lanas, proyectos, lanas, lanas, lanas...
Tenía claro que tenía que ser para los dos la misma prenda (como gemelos que son) pero a la vez diferente (como las personitas individuales que son) y tras unas cuantas consultas a LA BIBLIA finalmente me decidí por un clásico de los bebés: la ribbed baby jacket.
Compré en Llanàrium un par de madejas de Cascade 220, una de cada color (no sobró lana ni para dar una vuelta más, justito llega para la talla de recién nacido) y unos días más tarde, con sus descansos y mis otros proyectos enredando por ahí, terminé las chaquetitas gemelas:
El grado de satisfacción final es, para mí, bastante variable. Está claro que son unas chaquetas monísimas, sencillas y muy "ponibles" pero, en mi opinión, el patrón tiene un fallo goooooooordo que no me gusta nada. Este fallo consiste en que, una vez cosidas las mangas, queda por debajo de ellas una costura feísima debido a que la prenda se teje en transversal. Cuando busqué soluciones en la gente que ya la había tejido vi que algunas personas lo habían solucionado haciendo montados provisionales para las mangas y uniéndolas con grafting después. Claro, esto se tiene que hacer DURANTE su confección y no DESPUÉS, así que yo, por no deshacer más de la mitad de las prendas, así que lo dejé tal y como estaba. Consejo: si queréis hacerla leed PRIMERO DE TODO las anotaciones de la gente.
A la madre de las criaturas le gustan y dice que no le importa lo de las mangas, pero a mí me sigue dando rabia. En fin, qué le voy a hacer, es una espinita que debo superar.
A parte de eso, lo demás está genial, especialmente la lana: es muy suave y gustosísima tanto a la hora de tejer como a la hora de llevar, ¡os la recomiendo muchísimo!
Aquí más información.
miércoles, 29 de febrero de 2012
jueves, 23 de febrero de 2012
Mi primer lopapeysa
Lopapeya es la palabra islandesa que se utiliza para denominar los jerseys hechos con lana de Islandia (lopi = lana islandesa, peysa = jersey). Los lopapeysa tradicionales tejidos a mano se construyen en circular de cintura para arriba (o, como dicen en inglés bottom-up), dejando en espera los puntos en las agujas y tejiendo por separado las mangas también en circular, para luego unirlas al cuerpo y terminar en un canesú caracterizado por dibujos geométricos de dos o más colores.
Cuando empecé a tejer no me decían nada este tipo de prendas (islandesas o no), pero con el tiempo mis gustos de tejedora fueron cambiando, evolucionando mejor dicho, y empecé a interesarme por las cosas tradicionales, esenciales, el origen, lo que yo llamo "de toda la vida de dios". Por supuesto las prendas y técnicas nuevas (o no tan nuevas) continúan fascinándome, pero esos jerseicitos de colores (entre otras cosas tradicionales) que llevan siglos en las agujas de las tejedoras qué queréis que os diga, terminaron por robarme el corazón.
En el grupo de Ravelry "The Spanish Swap" salió el tema este verano y, hablando, hablando, terminamos decidiendo hacer un KAL de lopapeysa. Tengo que decir que, como supongo que muchos de nosotros, me vi alentada por el hecho de que el KAL venía capitaneado por Rodrigo, un simpático chileno afincado en Islandia y experto tejedor de lopapeysas y demás exquisiteces (a las pruebas me remito). Por cierto, chico, muchísimas gracias desde aquí por tu inestimable ayuda.
Algunas/os de nosotros/as quisimos hacer un pedido conjunto de auténtica lopi, pecamos de novatos y de gilipollas, y pagamos las consecuencias en la aduana, la lana tardó casi un mes en llegar y, por ello mismo, empezamos a tejer más tarde, pero yo, personalmente, seguía tan emocionada y excitada como en el primer momento.
Total, unos meses después y justo a tiempo para la oleada de frío siberiano por fin he terminado MI PRIMER LOPAPEYSA, bieeeeeeeeeeeen.
Me gusta, me gusta muchíiiiiiiisimo y hasta el infinito. Serán los colores, será el dibujo, será lo qué será, ¿qué será? Sólo sé que me lo pondría todos los días de mi vida.
El patrón se publicó en la revista Ístex Lopi nº26 y es en realidad un vestido, pero yo lo tejí más corto para hacer un jersey larguito y además le añadí el cuello alto, que me gusta mucho.
A pesar de todo esto para mí siempre hay un pero (soy perfeccionista, lo sabéis) y en este caso hay dos peros muy gordos:
1. Después de mirarlo y remirarlo para que no me saliera mal he terminado cosiendo las mangas al revés. Es decir, tienen los aumentos por encima de los brazos y no por debajo, como debería ser. Mira que soy lerda a veces, ¿en qué estaría yo pensando para no enterarme de que me estaba equivocando en algo así?... En fin, como me di cuenta cuando ya estaba acabando y como "apenas se nota", decidí hacer "ojos que no ven, corazón que no siente" y perdonarme la vida por esta vez.
2. Con la idea de equilibrar esa tendencia a apretar que tengo cuando tejo en varios colores, decidí aumentar de agujas para el canesú, con dos consecuencias: el dibujo quedó perfecto, peeeero el canesú quedó grande y me hace bastante bolsa en la zona de los hombros. Eso me da bastante rabia, además contribuye a ello que las mangas por arriba son demasiado anchas, pero eso es problema del patrón y no mío.
También me va un pelín grande para mi gusto, a pesar de que me hice la talla más pequeña y a pesar también de que, por medidas, debí tejerme la mediana. No obstante todo esto y de otros mini-errores que no diré, me sigue gustando, y además con él considero "rota" la maldición que me perseguía desde hace meses y que hacía que los jerseys me quedaran monstruosamente grandes. A propósito de ello he de decir que estas fotos se tomaron antes de lavar el jersey y que, con el proceso, aumentó un poco de tamaño, pero tampoco mucho.
Por supuesto he aprendido la lección y sé que estos errores no los voy a cometer la próxima vez. Porque habrá otro lopapeysa, ya lo creo, y otro, y otro, y otro... ¡y no veo la hora de empezar el siguiente!
Estoy tan encantada de la vida con mi nuevo jersey que lo primero que hice al terminarlo fue comprarme este libro, el cual recomiendo a todo el mundo interesado mínimamente en el tema:
Vienen patrones maravillosos, actuales y antiguos, unas fotos preciosas y unos artículos estupendos. Si es que me iba a Islandia mañana mismo si pudiera...
Lo que no sé es si repetiré con lopi, aunque supongo que tarde o temprano volveré a caer. La lana en si tiene muchas cualidades en su favor: es tradicional, es natural, es barata, es térmica... pero tiene un GRAN inconveniente: ¡pica como una mala cosa!
Sólo lamento no tener una cámara mejor que sepa captar el verdadero color y esencia del jersey, para guardar para siempre el maravilloso momento que me hinchó de orgullo ponerme por primera vez mi primer lopapeysa...
Más información aquí, y también podéis seguir nuestras aventuras lopapeyseras aquí.
Cuando empecé a tejer no me decían nada este tipo de prendas (islandesas o no), pero con el tiempo mis gustos de tejedora fueron cambiando, evolucionando mejor dicho, y empecé a interesarme por las cosas tradicionales, esenciales, el origen, lo que yo llamo "de toda la vida de dios". Por supuesto las prendas y técnicas nuevas (o no tan nuevas) continúan fascinándome, pero esos jerseicitos de colores (entre otras cosas tradicionales) que llevan siglos en las agujas de las tejedoras qué queréis que os diga, terminaron por robarme el corazón.
En el grupo de Ravelry "The Spanish Swap" salió el tema este verano y, hablando, hablando, terminamos decidiendo hacer un KAL de lopapeysa. Tengo que decir que, como supongo que muchos de nosotros, me vi alentada por el hecho de que el KAL venía capitaneado por Rodrigo, un simpático chileno afincado en Islandia y experto tejedor de lopapeysas y demás exquisiteces (a las pruebas me remito). Por cierto, chico, muchísimas gracias desde aquí por tu inestimable ayuda.
Algunas/os de nosotros/as quisimos hacer un pedido conjunto de auténtica lopi, pecamos de novatos y de gilipollas, y pagamos las consecuencias en la aduana, la lana tardó casi un mes en llegar y, por ello mismo, empezamos a tejer más tarde, pero yo, personalmente, seguía tan emocionada y excitada como en el primer momento.
Total, unos meses después y justo a tiempo para la oleada de frío siberiano por fin he terminado MI PRIMER LOPAPEYSA, bieeeeeeeeeeeen.
Me gusta, me gusta muchíiiiiiiisimo y hasta el infinito. Serán los colores, será el dibujo, será lo qué será, ¿qué será? Sólo sé que me lo pondría todos los días de mi vida.
El patrón se publicó en la revista Ístex Lopi nº26 y es en realidad un vestido, pero yo lo tejí más corto para hacer un jersey larguito y además le añadí el cuello alto, que me gusta mucho.
A pesar de todo esto para mí siempre hay un pero (soy perfeccionista, lo sabéis) y en este caso hay dos peros muy gordos:
1. Después de mirarlo y remirarlo para que no me saliera mal he terminado cosiendo las mangas al revés. Es decir, tienen los aumentos por encima de los brazos y no por debajo, como debería ser. Mira que soy lerda a veces, ¿en qué estaría yo pensando para no enterarme de que me estaba equivocando en algo así?... En fin, como me di cuenta cuando ya estaba acabando y como "apenas se nota", decidí hacer "ojos que no ven, corazón que no siente" y perdonarme la vida por esta vez.
2. Con la idea de equilibrar esa tendencia a apretar que tengo cuando tejo en varios colores, decidí aumentar de agujas para el canesú, con dos consecuencias: el dibujo quedó perfecto, peeeero el canesú quedó grande y me hace bastante bolsa en la zona de los hombros. Eso me da bastante rabia, además contribuye a ello que las mangas por arriba son demasiado anchas, pero eso es problema del patrón y no mío.
También me va un pelín grande para mi gusto, a pesar de que me hice la talla más pequeña y a pesar también de que, por medidas, debí tejerme la mediana. No obstante todo esto y de otros mini-errores que no diré, me sigue gustando, y además con él considero "rota" la maldición que me perseguía desde hace meses y que hacía que los jerseys me quedaran monstruosamente grandes. A propósito de ello he de decir que estas fotos se tomaron antes de lavar el jersey y que, con el proceso, aumentó un poco de tamaño, pero tampoco mucho.
![]() |
| aquí se puede apreciar un poco el exceso de anchura en esta parte |
Por supuesto he aprendido la lección y sé que estos errores no los voy a cometer la próxima vez. Porque habrá otro lopapeysa, ya lo creo, y otro, y otro, y otro... ¡y no veo la hora de empezar el siguiente!
Estoy tan encantada de la vida con mi nuevo jersey que lo primero que hice al terminarlo fue comprarme este libro, el cual recomiendo a todo el mundo interesado mínimamente en el tema:
![]() |
| "Knitting with Icelandic Wool", sería la versión en inglés |
Vienen patrones maravillosos, actuales y antiguos, unas fotos preciosas y unos artículos estupendos. Si es que me iba a Islandia mañana mismo si pudiera...
Lo que no sé es si repetiré con lopi, aunque supongo que tarde o temprano volveré a caer. La lana en si tiene muchas cualidades en su favor: es tradicional, es natural, es barata, es térmica... pero tiene un GRAN inconveniente: ¡pica como una mala cosa!
Sólo lamento no tener una cámara mejor que sepa captar el verdadero color y esencia del jersey, para guardar para siempre el maravilloso momento que me hinchó de orgullo ponerme por primera vez mi primer lopapeysa...
Más información aquí, y también podéis seguir nuestras aventuras lopapeyseras aquí.
viernes, 17 de febrero de 2012
Peaks Island Hood
Me encanta el punto de arroz o, como dicen en inglés, el seed stitch. En serio, me encanta. Adoro su textura rugosa pero mullida a la vez, y el efecto visual que con él se consigue.
A pesar de eso pienso que el punto de arroz así, sin más, es un poco soso y, personalmente, me cuesta encontrar patrones que lo combinen con algún otro tipo de punto que lo complemente pero que a la vez le dé el protagonismo que se merece.
Tendríamos, por ejemplo, el archiconocido Sylvi, venerado por tejedoras y tejedores de los cinco continentes, pero todos sabemos que no es precisamente el punto de arroz lo que le ha hecho ganar tanta fama.
Pero esta bufandita de mi amiga Ysolda tiene justo lo que a mí me gusta del punto de arroz: es el punto principal, pero a la vez tiene pequeños detalles que le hacen destacar y a la vez le proporcionan más belleza al conjunto.
Hacía ya tiempo que tenía el patrón en mi poder y el material perfecto preparado y ovillado (una lana preciosa de la Droguerie comprada en Tolouse en junio del 2009, casi ná), pero hasta hace poco no había encontrado EL MOMENTO para empezarla (ya me entendéis).
En la foto no se ve y yo no hace falta que lo diga porque seguro que habéis visto este patrón cientos de veces, pero esta bufanda es también una capucha a la vez, lo cual le viene fantástico a mis orejas frioleras.
El detalle de los botones es también muy mono pero, sinceramente, dudo mucho de que vaya a utilizarlos en mi vida diaria. Porque, seamos realistas, cada vez que salgo a la calle en invierno lo hago con frío y prisa (bueno, esto último en invierno y en verano) y conociéndome como me conozco estoy segura de que a la hora de la verdad no voy a estar entreteniéndome a abrocharlos y a ver si están colocados divinos de la muerte. O quizás sí, quién sabe.O quizás los descosa y los use para otra cosa (rodolí!).
Como podéis apreciar en esta segunda foto, el color de este bufan-gorro es, casualmente, el mismo que el de el sofá y las cortinas de mi salón, pero es sólo una feliz coincidencia, no es que tenga obsesión por el morado ni nada de eso, no señor... ¡y cualquier otra cosa que os digan son mentiras y calumnias!
Para saber más, aquí.
A pesar de eso pienso que el punto de arroz así, sin más, es un poco soso y, personalmente, me cuesta encontrar patrones que lo combinen con algún otro tipo de punto que lo complemente pero que a la vez le dé el protagonismo que se merece.
Tendríamos, por ejemplo, el archiconocido Sylvi, venerado por tejedoras y tejedores de los cinco continentes, pero todos sabemos que no es precisamente el punto de arroz lo que le ha hecho ganar tanta fama.
Pero esta bufandita de mi amiga Ysolda tiene justo lo que a mí me gusta del punto de arroz: es el punto principal, pero a la vez tiene pequeños detalles que le hacen destacar y a la vez le proporcionan más belleza al conjunto.
Hacía ya tiempo que tenía el patrón en mi poder y el material perfecto preparado y ovillado (una lana preciosa de la Droguerie comprada en Tolouse en junio del 2009, casi ná), pero hasta hace poco no había encontrado EL MOMENTO para empezarla (ya me entendéis).
En la foto no se ve y yo no hace falta que lo diga porque seguro que habéis visto este patrón cientos de veces, pero esta bufanda es también una capucha a la vez, lo cual le viene fantástico a mis orejas frioleras.
El detalle de los botones es también muy mono pero, sinceramente, dudo mucho de que vaya a utilizarlos en mi vida diaria. Porque, seamos realistas, cada vez que salgo a la calle en invierno lo hago con frío y prisa (bueno, esto último en invierno y en verano) y conociéndome como me conozco estoy segura de que a la hora de la verdad no voy a estar entreteniéndome a abrocharlos y a ver si están colocados divinos de la muerte. O quizás sí, quién sabe.O quizás los descosa y los use para otra cosa (rodolí!).
Como podéis apreciar en esta segunda foto, el color de este bufan-gorro es, casualmente, el mismo que el de el sofá y las cortinas de mi salón, pero es sólo una feliz coincidencia, no es que tenga obsesión por el morado ni nada de eso, no señor... ¡y cualquier otra cosa que os digan son mentiras y calumnias!
Para saber más, aquí.
sábado, 11 de febrero de 2012
Entre dos tierras (swapetineras)
Me encuentro inmersa en un mar de dudas, en cuanto a los swapetines se refiere, y no hay manera de salir a flote.
Desde hace una semana o así estoy dudando entre un par de patrones para tejer para mi sorprendida (sí, lo sé, por lo menos son sólo dos...), le doy vueltas y más vueltas, parece que me decanto más hacia una opción, pero luego me lo repienso y... y no hay ovarios de tomar una decisión firme.
La primera opción es un patrón muy femenino, delicioso, delicado, fácil de tejer pero no por ello menos hermoso. Me lo imagino en un color suave, mmmm..... La repetición del dibujo es hipnótica y elegante, desde luego una buena elección para toda una dama. Me encantan pero... quizás son demasiado sencillos.
La segunda opción es un patrón más original, apasionado, complicado, retorcido, un buen reto. Tiene fuerza y, desde luego, no es un diseño tan convencional como el anterior. Además sé que, aunque son más difíciles, me lo voy a pasar en grande tejiéndolos. A título personal son la opción que más me gusta pero me los miro y no puedo evitar ver lo evidente: quizás son demasiado recargados.
Y así me encuentro, navegando entre dos aguas, entre dos tierras, incapaz de elegir entre esos dos. He mirado otras opciones, de verdad, pero ninguna me convence más que una de las otras dos.
Sencillez u originalidad. Apuesta segura o apuesta arriesgada. NO PUEDO DESEMPATAR!!!
Y todo esto sin tener en cuenta la lana, claro, la dichosa lana. Mi idea es utilizar algo de mi stash, pues tengo bastantes firmes candidatas para los dos patrones patrones en discordia.
Me miro algunas opciones, casi todas me gustan, la lana elegida podría ser cualquiera de estas:
Y todavía tengo más opciones. ¿Alguna idea, compañeras de swap? ¿Preferencias? ¿Indiferencias? ¿Hay alguno de estos colores que sólo lo quisierais para tirarlo a la jaula de los monos?Escucho Leo todas las sugerencias, pero reconozco que acabaré haciendo lo que me parezca oportuno.
No, si al final con tanta duda lo mejor será mandarlo todo al carajo y salir de compras laneras para reducir el estrés, ains...
Desde hace una semana o así estoy dudando entre un par de patrones para tejer para mi sorprendida (sí, lo sé, por lo menos son sólo dos...), le doy vueltas y más vueltas, parece que me decanto más hacia una opción, pero luego me lo repienso y... y no hay ovarios de tomar una decisión firme.
La primera opción es un patrón muy femenino, delicioso, delicado, fácil de tejer pero no por ello menos hermoso. Me lo imagino en un color suave, mmmm..... La repetición del dibujo es hipnótica y elegante, desde luego una buena elección para toda una dama. Me encantan pero... quizás son demasiado sencillos.
La segunda opción es un patrón más original, apasionado, complicado, retorcido, un buen reto. Tiene fuerza y, desde luego, no es un diseño tan convencional como el anterior. Además sé que, aunque son más difíciles, me lo voy a pasar en grande tejiéndolos. A título personal son la opción que más me gusta pero me los miro y no puedo evitar ver lo evidente: quizás son demasiado recargados.
Y así me encuentro, navegando entre dos aguas, entre dos tierras, incapaz de elegir entre esos dos. He mirado otras opciones, de verdad, pero ninguna me convence más que una de las otras dos.
Sencillez u originalidad. Apuesta segura o apuesta arriesgada. NO PUEDO DESEMPATAR!!!
Y todo esto sin tener en cuenta la lana, claro, la dichosa lana. Mi idea es utilizar algo de mi stash, pues tengo bastantes firmes candidatas para los dos patrones patrones en discordia.
Me miro algunas opciones, casi todas me gustan, la lana elegida podría ser cualquiera de estas:
Y todavía tengo más opciones. ¿Alguna idea, compañeras de swap? ¿Preferencias? ¿Indiferencias? ¿Hay alguno de estos colores que sólo lo quisierais para tirarlo a la jaula de los monos?
No, si al final con tanta duda lo mejor será mandarlo todo al carajo y salir de compras laneras para reducir el estrés, ains...
lunes, 6 de febrero de 2012
Calcetines etéreos
A pesar de haber tenido la sensación de que esta pasada Navidad sólo he estado tejiendo para otras personas, lo cierto es que este año sólo mi hermano ha recibido un regalo hecho a mano por mí. Mi único e irrepetible hermano que, dicho sea de paso, hasta ahora nunca había tenido nada que hubiera salido de mis agujas. Se merecía unos calcetines, sí:
Pero no os penséis que son unos calcetines cualesquiera, no señor, tienen una razón de ser. Para la idea "básica" me inspiré en este diseño publicado en The Anticraft, pero sólo usé lo que viene a ser el dibujito de las calaveras y los huesos. El resto, los colores rayados, la frase (we know), las calaveritas y hasta el nombre, todo, todo, es debido a un aspecto muy importante del último videojuego de moda.
No en vano, el anteriormente mencionado videjuego fue, a su vez, un regalo navideño adelantado, así que al final todo forma parte del mismo conjunto de cosas.
Gustarle sé que le gustaron, o al menos eso me dijo, pero a día de hoy todavía no sé si los ha estrenado, si le van grandes, pequeños, si le pican, si los odia o si los adora, ¡ya te vale, brodah!
Detalles aquí.
Pero no os penséis que son unos calcetines cualesquiera, no señor, tienen una razón de ser. Para la idea "básica" me inspiré en este diseño publicado en The Anticraft, pero sólo usé lo que viene a ser el dibujito de las calaveras y los huesos. El resto, los colores rayados, la frase (we know), las calaveritas y hasta el nombre, todo, todo, es debido a un aspecto muy importante del último videojuego de moda.
No en vano, el anteriormente mencionado videjuego fue, a su vez, un regalo navideño adelantado, así que al final todo forma parte del mismo conjunto de cosas.
Gustarle sé que le gustaron, o al menos eso me dijo, pero a día de hoy todavía no sé si los ha estrenado, si le van grandes, pequeños, si le pican, si los odia o si los adora, ¡ya te vale, brodah!
Detalles aquí.
viernes, 3 de febrero de 2012
Swapetines 2012
El año pasado los echamos de menos. Por lo menos yo, seguro, los eché de menos, por eso este año los he estado esperando con mucha emoción.
Ahora que ya sé quién es mi víctima mi cabeza no para de dar vueltas, pues para ella quiero hacer algo realmente bonito (como en todos los intercambios, vaya). En mi stash tengo varias cosas interesantes, pero no me decanto por nada, todavía. ¿Color liso? ¿A rayas? ¿Aguas? ¿Degradados? Me da la sensación de que voy a necesitar unos cuantos días para empezar a encauzarme...
¡A jugar!
Ahora que ya sé quién es mi víctima mi cabeza no para de dar vueltas, pues para ella quiero hacer algo realmente bonito (como en todos los intercambios, vaya). En mi stash tengo varias cosas interesantes, pero no me decanto por nada, todavía. ¿Color liso? ¿A rayas? ¿Aguas? ¿Degradados? Me da la sensación de que voy a necesitar unos cuantos días para empezar a encauzarme...
¡A jugar!
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