jueves, 24 de junio de 2010

Luz del este

Después de una temporadita sin tejer ninguno, últimamente estoy muy "chalera". El último que he hecho es un "Aestlight", que según el dialecto de las islas Shetland significa "Luz del Este". Un nombre muy romántico, ¿verdad? Pero es que este chal es puro amor...



Me gusta mucho cómo ha quedado, tengo que decir que se ve mejor en directo que en las fotos, pero esto es lo que pasa cuando tienes una cámara de mie...






Detallito donde se aprecia mejor el color verdadero y el calado:


Detalles del chal aquí.

Y ahora una anécdota para amenizar este post tan sobrio, relacionada con la historia de mi Aestlight.

Resulta ser que cuando estoy preparándome los exámenes tengo un par de costumbres bastante arraigadas en mí. La primera es tener siempre a mano algo para tejer (para esos momentos de estrés mental) y la segunda es dejarme siempre los bolígrafos sin tapón (y yo los uso tipo "Pilot").

Claro, con tan peligrosa combinación de actuaciones sólo era cuestión de tiempo que sucediera esto:



Cuando lo vi casi me da de todo. Obviamente todo examen y trabajo urgente pasaron a segundo plano y por unos momentos me sentí como uno de esos odiosos y sexistas anuncios de detergentes (dios, ¡cómo los odio!), incluso casi deseé que se me presentara la mujer esa del futuro que ofrece productos milagrosos quita-manchas.

A todo esto hay que tener en cuenta que la lana lleva seda y no sé qué pijadas más, a parte de que está pintada a mano, así que me daba mucho miedo probar con remedios de chichinabo y destrozarlo del todo.

Por suerte cuento con un consejo de sabios y sabias a los que acudí en ayuda, los cuales me respondieron con suma presteza para brindarme ayuda. Mª Jesús, en concreto, me dijo que pusiera la parte manchada en remojo con leche entera a temperatura ambiente, y mirad cómo estaba dicha leche instantes después:



Al cabo de un par de horitas decidí cambiarla por una más limpia. Aquí puede verse la diferencia.



Esta vez no destiñó tanto, a pesar de que estuvo toda la noche. Al día siguiente la lavé y enjuagué a conciencia, pero la mancha nunca terminó de desaparecer. Yo he preferido dejarlo así para no maltratar la lana, al fin y al cabo queda bastante disimulado.

Qué procedimiento tan curioso... Si es que nunca te acostarás sin saber una cosa más.

9 comentarios:

  1. Que bonito que te ha quedado, seguro que lo disfrutaras mucho. Después de tanta peripecia al final lo has podido salvar.

    ResponderEliminar
  2. Doncs molt maco, i la taca segur que no es nota entre tants tons del fil. Quina sort que sempre trobem algu que en sap un munt!!!!!!

    ResponderEliminar
  3. La chica-quitamancha de el futuro es mentira, te lo digo yo que la conozco y no tiene ese color, bueno, ese pelucón y cuando tiene una mancha se pone tan .... como tu, osea que a disfrutar el chal con manchita que ta quedao monisimo.
    besitos tranquilizadores

    ResponderEliminar
  4. Que mala suerte lo de la mancha!!!!! menos mal que pudiste darle solucion. Despues de tanto curro seria una pena que se estropeara el chal!

    ResponderEliminar
  5. ha quedado muy chulo!!! Y no parece que se vea la mancha en el chal terminado :-)

    ResponderEliminar
  6. Ummm...en algun moment de la meva vida "marugil" jo també he desitjat que vingués la dóna del futur o que simplement posessis la camisa dins de l'aigua i sortís més neta de quan era nova. Tranquil.la que tot es pot superar!

    El xal és súper maco, per desitjar que torni el fred!

    ResponderEliminar
  7. El xal el trobo moníssim! i la taca a les fotos no es veu... tu tranqui, que segur que passa desepercebuda la taca... però vaya ensurt, nena!!! uffffff...
    Ara a disfrutar-lo!
    petonets

    ResponderEliminar
  8. Me gusta el aire hippie que tiene tu chal :)

    ResponderEliminar
  9. te ha quedado precioso, ahora toca disfrutarlo
    Un besote y feliz semana

    ResponderEliminar

Haz tu chocomentario!