domingo, 17 de julio de 2011

Por amor al arte

... y nunca mejor dicho.

Por amor al arte mi querida Hiroshige me pintó una réplica de mi obra de arte favorita.

Por amor al arte se ofreció ella a hacerlo, sin yo pedirle nada, en cuanto supo lo mucho que me gusta.

Por amor al arte no ha querido aceptar nada a cambio... solamente el amor al arte de la pintura.

Lo único que lamento es no haber sido capaz de haber hecho unas fotos medio decentes que le hagan justicia a esta maravilla. Lo siento.

Réplica de "Monje a la orilla del mar", de Caspar D. Friedrich



Descubrí este cuadro a los 16 años en clase de historia del arte. Por aquél entonces no me interesaba el tema en absoluto y cuando no había que tomar apuntes y el profe empezaba a divagar (lo cual ocurría a menudo), me dedicaba a hojear el libro y a curiosear las fotos por puro aburrimiento.

Así fue cómo un día me topé con el cuadro y me quedé fascinada. No sé bien por qué de repente me sentí abrumada por la belleza del mismo, no podía apartar los ojos de él, me pareció lo más hermoso, emotivo, espiritual y profundo que había visto en toda mi vida.

Desde entonces mi percepción para con el arte cambió radicalmente. Empecé a interesarme por este mundo, las divagaciones de mi profesor, que para entonces sólo habían sido "blablabla" para mis oídos, comenzaron a atraparme por su sentida pasión y su amor a lo que contaba.

Sí, desde luego, para mí, ha habido un antes y un después en mi vida desde que descubrí el cuadro, se abrió un nuevo mundo para mí que es tan basto, tan rico y tan extenso que lo único que me entristece es que no viviré los suficientes años como para poder disfrutarlo del todo. Y aunque sé que hay obras mucho más bonitas, reconocidas y valiosas que el "Monje a la orilla del mar", incluso de mismo autor, para mí no ha habido nunca ni habrá una obra de arte que me haga estremecer de la misma manera. Ahora no puedo creer que ahora tenga mi propia réplica colgada en mi dormitorio, pintada, además, por una artista como ella.



Por todo esto y mucho más, querida Hiroshige, por amor al arte, yo quiero compensarte de alguna manera, aunque nada de lo que te pueda ofrecer yo se podrá acercar mínimamente al regalo que tú me has hecho.

11 comentarios:

  1. Esta mujer no se que es lo que tiene más grande el corazón o sus manos, seguramente lo tiene a partes iguales. Es muy bonito el cuadro.

    ResponderEliminar
  2. Preciós!
    Quina sort saber pintar així!

    ResponderEliminar
  3. :) Es genial esto de internet, nos permite conocer gente así, estupenda.

    ResponderEliminar
  4. Uau! A vegades hi ha quadres que ens atrapen sense saber perquè i no per això han de ser el que tothom coneix, oi? Jo no tinc ni idea d'art, conec el que sap tothom i aquest evidenment no el coneixia, però m'agrada.
    Jo en tinc un penjat a l'entrada de casa que desde el dia que el vaig veure el vaig voler, és un dels primers quadres que va pintar la meva germana quan estudiava Belles Arts, però em té el cor robat, a vegades mhe sorprès a mi mateixa dient-li "hola" quan entro a casa.

    ResponderEliminar
  5. Pero que envidia más cochina me invade. Que maravilla!!!!

    ResponderEliminar
  6. ¡Qué bonito detalle! Se ve que viene del corazón. :)

    ResponderEliminar
  7. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  8. Ni sabemos de donde sale ni nos imaginamos dónde nos puede llevar. El arte tiene ese mágico momento en el que nos invade y es entonces cuando sabemos que somos suyos, que ese autor u otra diferente, de ese estilo o del más opuesto posible vendrán de nuevo y nos volverán a arrebatar una parte del alma. Pero no se la llevan de balde. Te dejan la necesidad de conocer nuevas cosas, de encontrar nuevos estímulos.
    Hiroshige te ha devuelto una parte de ti que tú habías entregado previamente. A mi me la devolvió Andrew Wyeth con Christina's World. O Vermeer con cualquiera de sus cuadros de interior.
    Un petó molt fort perquè m'has emocionat.

    Perdona el comentari esborrat però l'he enviat ple d'errors de meca.

    ResponderEliminar
  9. Enhorabuena, albis: tienes una gran amiga (su gesto me ha dejado sin palabras...).

    ResponderEliminar
  10. Si sólo son cuatro brochazos, además cuando hablé contigo y me dijiste que te gustaba, me diste la oportunidad perfecta para llevar a cabo "una pintada" que llevaba mucho tiempo esperando ser llevada al lienzo: a mi me encanta también, es más, tengo mi propia interpretación que me hizo una amiga.
    Por cierto, que te quedo precioso con el marco :-D

    ResponderEliminar

Haz tu chocomentario!