jueves, 1 de agosto de 2013

El jerseicito de los Avernos

Versión corta:

He tejido un jersey para el bebé de una compañera y me ha traído más de un dolor de cabeza.

Versión larga:

A finales de primavera de este año supe que una chica, a la que tengo mucho que agradecer por haber confiado en mí y darme trabajo los últimos 4 veranos, estaba embarazada. Muy embarazada. No tenía muy claro si la iba a ver o no otra vez este verano, pero a mediados de junio lo confirmé.

Yo tenía muy claro que tanto si volvíamos a trabajar juntas otra vez como si no, iba a tejerle algo al bebé en señal de agradecimiento y porque a mí estas cosas me apetece hacerlas. Enseguida que supe que definitivamente la iba a volver a ver, me entró la histeria, porque quería dárselo en mano pero hice cálculos y reparé en que no tenía demasiado tiempo. Llamé desesperada a otra compañera de trabajo veraniego y también del gremio tejeril (hola Victòria, sé que a vegades em llegeixes) para preguntarle secretamente si sabia si es un niño o una niña y, esa misma tarde, compré la lana. Ya sé que no es bonico hacer distinciones con prendas de niño y de niña, pero me moría de ganas de hacer un vestidito veraniego. Y no, no lo hice, pues el proyecto de hijo es un niño.

A pesar de eso yo tenía muy claro el patrón que iba a tejer y pensaba que jugaba con eso a mi favor, pero cuando lo tuve todo predispuesto me di cuenta de que se tenían que hacer unas costuras muy muy muy feas en las mangas y no tenia ni tiempo ni masa cerebral para encontrar la solución (ahora, con la mente fría, se me ocurren mil arreglos, pero bueno, estas cosas pasan).

En aquél momento fui corriendo a Llanàrium en búsqueda de una solución para mi crisis: un patrón, una lana o algo, lo que fuera, pero YA, porque no sabía de cuánto tiempo disponía antes de que la chica se cogiera la baja por maternidad. Por suerte después de unos momentos de hiperventilación en los que nada me parecía bien, Laia y su suegra me ayudaron a encontrar justo lo que yo quería.

Respiré hondo y profundo, aliviada, pero lo que mal empieza con prisas y desarreglos, no tiene un camino fácil...

Antes de nada, una foto del resultado:

Nuevamente elijo para bebés el gris con un toque de color, ¡me encanta cómo queda!

Ante todo tengo que decir que el proyecto me gusta, me gusta la forma: los accesorios, los colores, los detalles y todo, pero le he acabado cogiendo manía, no lo puedo evitar. Para no alargarme todavía más, hete aquí una lista de las cosas que fueron agotando mi paciencia:

- Mucha prisa y muy, muy, muy poco tiempo para tejer. Se me llevaban los demonios al ver que una cosa tan pequeña y fácil no se terminaba nunca.
- Aún no lo había acabado y la chica decidió cogerse al fin la baja. Sudor frío.
- Cuando ya había superado la sisa reparé en que estaba tejiendo la talla de 3 a 6 meses, cuando yo quería haber hecho la de 6 a 12. Me servía igual, así que seguí, pero me dio rabia.
- Me quedé sin lana cuando me quedaba sólo la mitad del bolsillito final y no pude ir a buscarla hasta varios días después.Y el tiempo corría...
- No recuerdo bien por qué, pero deshice la capucha varias veces.
- ¡Es demasiado grande, el bolsillo es demasiado grande!  ¡Pero si destjeo un par de vueltas queda ridículamente pequeño! ¿POR QUÉ?
- Al terminarla (la capucha) la llevé al consejo de sabios porque me parecía monstruosamente grande. Allí me dijeron que estaba bien, aunque yo deshice un poco para acortarla de todas maneras.
- En esa misma  visita al consejo, mi compañera Marta, que de esto sabe un montón, hizo la observación de que la sisa era demasiado corta y estrecha. Creí morir, pero no deshice. No otra vez.



Estoy segura de que me olvido de alguna cosa, pero tampoco hace falta insistir en todo lo que salió mal. Como contrapunto tuve una sorpresa agradable, y es que en un principio no me dí cuenta pero el bolsillo y la capucha se tejen en intarsia para poder respetar los márgenes en un sólo color. Nunca había hecho intarsia, pero me pareció fácil, divertido y entretenido, me gustó.

Aunque al salir de las agujas era más higo que prenda, después de un buen lavado y bloqueo, el jersey parecía otro. Más grande, más pulido, como decimos por aquí: feia més goig. Y como hace pocos días tuve la oportunidad de ver extraoficialmente a la futura mami y dárselo en persona, pude también explicarle cómo lavarlo para que quedara bonito. Por cierto, a ella le gustó mucho a pesar de que yo no quedara para nada satisfecha con el trabajo.

Insisto, eso sí, en que el patrón es una pasada y ésta mía es sólo una de tantas variaciones que propone. De hecho, antes de cogerle tanta manía, pensaba repetirlo, pero a hora no quiero ni oír hablar de ello. Veremos si el tiempo cura esta enemistad.



Detalles aquí.

11 comentarios:

  1. Aix, Alba, tu i les teves manies, però si t'ha quedat super maco!

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  2. la pelea no se si fue con el patrón o con el tiempo y tu cabeza.
    A mi me encanta, es muy bonito el crió estará para comerselo!!
    no hay nada como una reunión de maestr@s de las agujas para ayudar en nuestros momentos de túnel sin luz.
    besotes!!!

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  3. Es una chulada Alba y seguro que la madre está encantada con el regalito, yo lo estaría.

    La lana muy adecuada por cierto.

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  4. Me siento enrojecer!!!

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  5. Doncs després de tantes voltes, desfer i patir... t´ha quedat preciós!!
    Ana

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  6. Que lindo, pienso que si se hace con otros colores, seria como estupendo para una cria que se viene en breve cerca de mi casa!
    Saludos desde Toronto, Canada

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  7. Chiquilla, te ha quedado monísimo!!! Yo soy horrorosa tejiendo para bebés, pero con ese jersey probaría :)

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  8. Li has donat el teu toc personal a aquest jerseiet per a bebitos.
    Renoi com llueix un gris en les teves mans.

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  9. T'ha quedat super chulo, tot i els maldecaps que t'ha donat. La combinació dels colors molt guapa.

    Laura

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  10. Hola, comienzo una nueva aventura en el mundo de los blogs y las manualidades. ¡Te invito a seguirme! Un beso :)

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