lunes, 21 de septiembre de 2015

Ajuar calcetinero

Cuando nació el vikingo y me lo pusieron inmediatamente sobre el pecho, lo primero que vi fue su imponente melena dorada al más puro estilo Lannister y pensé:

- Caramba, ¡qué pelo! Yo que siempre me lo imaginé muy moreno y al final es rubio como su padre de bebé, ¡guapote!.

Lo segundo que vi fueron sus ojos grises y rasgados escudriñando con enorme curiosidad todo lo que le rodeaba y pensé:

- Caramba, ¡qué ojos! Jamás vi un bebé con una mirada tan profunda e hipnótica (typical pensamiento de mami babosa)

Lo tercero que vi fueron sus enormes piezacos pies, comprendí por qué notaba unas patadas tan intensas las últimas semanas y pensé:

- Caramba ¡qué llesca! ¿LE CABRÁN LOS CALCETINES QUE LE HE TEJIDO?

Sí, amigos, no sé si fueron las hormonas, el cansancio, las más de 20 horas de parto o es que ya estoy defectuosa de hace años, pero uno de mis primeros pensamientos para con mi hijo fue preocuparme por si le cabían los calcetines que había hecho para él. Porque es que los tiene muy largos, los pies (bueno, él es muy largo).

Y es que aunque unos calcetines de bebé se hacen en un plis, yo decidí que con un par no era suficiente y tenía que hacerle más, así que llevaba desde abril liada con los restos de lanas de calcetines haciendo miniaturas.



La tarde antes de dar a luz terminé uno de los pares. Estaba yo en el chiringuito de la piscina de mi pueblo con mi madre y mi tía, riéndonos de cómo me clavaba el peque los pies en la barriga (¡ironías!) y haciendo yo el comentario estrella del día: pues no sé, mama, pero esta semana no me veo yo pariendo...

Después del parto, durante el puerperio, seguí tejiendo algún que otro par, hasta que terminé con media docena y me di por satisfecha, por lo menos hasta el próximo invierno.

En esta foto los podéis ver todos al detalle, y también podréis adivinar cuáles son los que tejí después de conocernos.



Mis favoritos son los de rayas lilas, verdes y azules, me encanta el efecto. Lástima que se me acabó la lana y tuve que dejarlos a la altura del tobillo. No sé si se los podré poner.

Por último quiero mostraros una foto de los calcetines que terminé horas antes de que naciera, en la piscina. Hasta hace unos días no se los he podido poner, por el calor y esas cosas... y fue la primera y última vez. Lastimica de horas tejiendo...



Detalles, aquí.

9 comentarios:

  1. ¡hola Albis! Estaba pensando de ti y esta mañana vé estés calcetines en Ravelry. ¿Un pequeño viking? ¡Muchas felicitaciones! Me gustan mucho los colores en los calcetines y también la lopapeysa es muy guapa.

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  2. Jajajja, a mi em va passar una cosa semblant b els mitjons.

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  3. Me han encantado los calcetines y la forma tan graciosa de contar la historia. Son tan bonitos! Has pensado en reglarlos a alguna a,iva que tenga un bebe piecin? Mua!

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  4. Vaya piernas mas gorditas!!!! Eres capaz de controlar las ganas de mordisquearlas??? :D
    A mí me pasó algo similar con todo lo que le tejí para el nacimiento. Se supone que nacería a finales de agosto (pero se adelantó tres semanas, ya lo sabes), y calculé chaquetillas para 0-3 meses... Cuando era el momento de ponérselas había un calor de mil demonios, y cuando llegó el frío había crecido lo suficiente para que todas las mangas le quedaran a la altura del codo. Estas cosas pasan más de lo que creemos!
    Besos!!!

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  5. que bonitos y guapo que va a estar el vikingo

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  6. Ayy qué es para comerse esas piernecitas!!! muy nórdico te ha salido el vikingo!Pues si que le quedan pequeños,si..con el ajuar calcetinero que tiene el muchacho. Me imagino tu cara al probarle el primer par,jeje. Un besito fuerte para los dos

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  7. Pues es verdad que tiene una buenas llescas, el nen!! Seguro que los pinrelillos sin calcetines son para comérselos desde la pantalla del ordenador sin necesidad de 3D. Petonets!!!

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