lunes, 27 de junio de 2016

El placer de regalar

Este otoño va a hacer ya la friolera de 9 años que tomé una de las mejores decisiones de mi vida: aprender a tejer. Quizás para muchos sea una tontería, pero tras años de búsqueda de aficiones manuales que no acabaron de cuajar, por fin encontré algo que me llenaba de verdad. Realmente tejer me hace muy feliz, me ocupa las horas en algo que me encanta y me hace sentir creativa, me ha servido de terapia en momentos difíciles, pero además me ha permitido conocer a mucha gente (algunos ya no están, otros llevan en mi vida muchos años, otros van y vienen, otros los quiero bien lejos...) y hacer cosas como estar 24 horas tejiendo sin parar o viajar sola a un país extranjero en busca de nuevas calidades laneras. En conclusión, tejer me ha aportado mucho, es casi una forma de vivir, hoy en día no me imagino la vida sin lanas y agujas.

Una de las cosas que más me gustan de este mundo es participar en intercambios. El primero en el que me inscribí fue el Swapetines de 2009, y del que tuve tan buena experiencia que desde entonces no he fallado a ninguno. Y, por el camino, han caído unos cuantos intercambios más.

Por desgracia, y siempre hablando desde mi experiencia, no ha habido ni uno solo de ellos en el que todo fuera bien. Bueno, miento, creo que en los que hacíamos en Teixicòmanes por Navidad todos salíamos contentos, pero eso es diferente porque era en petit comité y todos nos conocíamos.

Pues eso, que siempre pasa algo: o alguien se demora demasiado en enviar, o alguien pasa absolutamente de contactar con su víctima durante el intercambio, o alguien recibe un paquete absolutamente miserable que nada tiene que ver con sus gustos o, lo peor de todo, alguien se queda sin paquete, sencillamente.

Y esto es lo que ha pasado este año en Swapetines. Un buen día, pasadas ya un par de semanas de la fecha tope de enviar regalos, recibí unos cuantos mensajes SOS de Pilar, la organizadora del intercambio: Jennifer no tenía su regalo. Su sorprenderora, elipatel, había desaparecido del mapa sin dejar rastro (bueno, sí, sabíamos que ella SÍ recibió su paquete). Hacía semanas que nadie sabía nada de ella y no respondía a ningún mensaje.

Con pocas opciones a las que recurrir, Pilar había reclutado un pequeño grupo de personas para hacerle un paquete de emergencia a Jen y me preguntó si quería participar. ¡Cómo no hacerlo! Conozco a Jen desde hace años, trabajé en su tienda un verano, ELLA ME ENSEÑÓ A TEJER CALCETINES y, además, fue mi sorprendedora en el Swapetines del año pasado.

De esta manera, durante unas cuantas semanas, Pilar, Kuku, Sig, Sonia, Marga y yo, guazap mediante, conspiramos, reímos, charlamos y preparamos un paquete sorpresa para Jennifer. Lo mejor de todo fue que ella no tenía la más remota idea de todo esto.

El paquete lo fuimos a entregar Marga y yo el sábado pasado aprovechando el WWKIPD. Tendríais que haber visto la cara que puso Jen, se le saltaron las lágrimas y todo. Fue precioso y muy emotivo. Constatando, además, lo que las que participamos en los intercambios ya sabemos: que lo mejor de estos no es el paquete que recibes, sino el que tú preparas para otra persona.

Regalar es un placer.

Lo siento por Jen, que pasó semanas sin su regalo. Lo siento por Pilar, que se quedó sin uñas esperando poder concluir de una vez el intercambio de este año. Yo lo pasé bien, aunque mi aportación fue muy humilde.

Aquí podéis leer el post de conclusión de Pilar.

Aquí podéis ver mejor los calcetines que Kuku tejió a costa de una tendinitis (real).

Aquí podéis ver los detalles del paquete.

Y aquí os dejo una foto del momento de la entrega, que he robado descaradamente del blog de Pilar (por cierto, ahí pone que la foto la hice yo pero en realidad la hizo Marga).



Y por si estáis preocupados por lo que pudo pasarle a la misteriosa sorprendedora de Jen, hemos comprobado que sigue más o menos activa, así que entendemos que nada grave le ha podido pasar. Esperamos que pronto pueda explicarnos lo que ha sucedido.

Sin más que añadir, muchas gracias de nuevo a todas las que os implicáis de corazón en los intercambios y los hacéis únicos y maravillosos.

¡Nos vemos en Swapetines 2017!

2 comentarios:

  1. la parte chunga y la parte maravillosa de los intercambios

    por eso me pone tan nerviosa participar

    enhorabuena por ser como sois!!

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  2. También a mí me pone muy nerviosa participar en los intercambios por miedo a no estar a la altura y por eso llevo años tanteando el Swapetines sin decidirme. ¡Sois lo más!

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