Reading mitts

Hace unas semanas os enseñaba esto y os pedía ayuda para encontrarle un buen patrón. Con la lana hilada por mí me pasa una cosa curiosa pero que creo que es común entre todas las hilanderas: me encanta y me divierte muchísimo buscar a mis niñas el patrón ideal pero a la vez me da una pena tremenda el tener que deshacer la madeja, ahí puestecita en el armario de las lanas toda preciosa ella.

Bueno, pues a esta lana en cuestión le encontré el patrón ideal enseguida, pero me lo pensé mucho antes de empezar porque verdaderamente me gustaba mucho cómo me había quedado. Al final no pude aguantarlo más y me puse manos a la obra. El resultado ha sido este:

Y sí, ha resultado ser verdaderamente el patrón ideal, y no sólo porque la lana le pega mucho al patrón sino también porque sólo me ha sobrado una pelotita pequeñísima, y es que da mucha rabia cuando quedan restos de lana hilada a mano. De hecho sufrí bastante porque pensé que no me llegaba y entonces ya la hemos liado, pero al final todo acabó bien.

Si os fijáis podréis ver cómo los colores están invertidos en cada guante, esto es efecto del color de la lana. Pensé en hacerlos los dos iguales pero al final me decanté por la opción que más me gusta, que es dejarlo todo fluir tal y como está y que salga lo que tenga que salir.

Otra cosa que me encanta es que, a pesar de el hilo es navajo-ply y los colores están muy definidos, se puede apreciar una ligera degradación entre color y color, lo cual le da un poco de naturalidad al cambio de tono y no queda tan frío como la raya pura y dura. No sé si me explico...

En resumen, que estoy encantada de la vida con mis guantes nuevos, lástima que hasta dentro de mucho no me los podré poner.

Y, como siempre me gusta hacer, os muestro el fantástico viaje de la lana:

De aquí:

A aquí:

Y finalmente a aquí:

Como siempre, los detalles aquí.