Feather and Fan disaster

Es de todos bien sabido que en esta vida no puede salir siempre todo bien y es algo que hay que aceptar (a mí me cuesta muuuuuuuuucho). No obstante, cuando tejo algo que dista mucho del efecto deseado me da bastante rabia. Y, como es mi caso ahora mismo, cuando las dos últimas chaquetas/camisetas que me tejo me quedan fatal me baja bastante la moral y el orgullo de tejedora.

El primer desastre, por suerte, tuvo solución. Mi abuela-todoterreno le cosió una goma alrededor del cuello que le proporcionó el ajuste necesario para que no se cayera tanto y mi tía, al verla y probársela, se enamoró y quiso adoptarla enseguida. No puse reparos, pues le sentaba mucho mejor que a mí.

El segundo desastre es más difícil que encuentre solución, aunque la culpa de que haya salido mal no es del todo mía. En mi afán para deshacerme del stash quise tejerme una camisetita muy veraniega y sencilla que vi en una revista. Según las indicaciones y las medidas de esa revista, me correspondía tejer la talla grande de esa camiseta, lo cual me pareció un poco extraño porque a mí me suelen corresponder las tallas pequeñas o medianas como mucho, según sea el caso. La modelo estaba más delgada que yo y lucía la talla pequeña, así que decidí adoptar una decisión intermedia y tejerme la talla mediana con una muestra más pequeña que la indicada.

Lo malo era que la camiseta se tejía de forma tradicional y no en redondo, por eso no me la podía probar y comprobar si había tomado la decisión correcta. Yo la veía grande. Ell@s la veían grande. Pero seguí tejiendo, cabezona. ¿Y qué pasó al final? Pues que me ha venido grande, por supuesto. ¿Qué ha pasado aquí? ¿Cómo puede ser? Si la talla mediana me va grande...¿debería haberme tejido la pequeña? Imposible, pues la modelo está más delgada que yo, no podemos tener la misma talla. ¡Y encima decía la revista que por mis medidas yo debía llevar la grande! Efectivamente, algo no me cuadra...

En fin, este es el resultado, (he utilizado al maniquí porque por lo menos a él no le queda tan mal como a mí):

En un intento de hacer un cutre-apaño pensé que estaría bien hacerle un recogido por detrás con un cordoncito para darle un poco de forma a la cintura. La cosa mejoró un poco, pero sigue sin gustarme. Al maniquí le sigue quedando bien, eso sí, lo cuál no entiendo, porque también está más delgado que yo, sólo me cabe pensar que mi cuerpo está mal hecho:

Y ahí se ha quedado, en el maniquí, porque es el único lugar donde me gusta que esté. Los hilos no han sido rematados (hay mil) y la camiseta no está bloqueada, y no pienso hacer ninguna de estas dos cosas hasta que se me ocurra una solución definitiva o hasta que alguien con un cuerpo mejor hecho que el mío se lo quiera llevar.

Detalles de las lanitas y tal aquí.