lunes, 26 de octubre de 2015

Nuestro rincón de lectura

Hace tiempo, en otra entrada anterior, mencioné que en abril nos mudamos a una casa/piso muy grande. Bueno, estoy segura que para mucha gente no es tan grande, pero para una pareja acostumbrada a 65m2 sí lo es. Y os aseguro que cuando hay que limpiarla no es que sea grande, es enorme. Infinita.

En fin, una de las cosas que más me gustan de este nuevo hogar es que tiene dos salones, uno de los cuales con chimenea. Cuando fuimos a verla antes de alquilarla, nada más ver ese espacio, decidí que si nos mudábamos allí iba a hacer realidad uno de mis sueños: tener una biblioteca en casa.

Y así fue. Después de meses con cajas y mierda acumuladas, poco antes de nacer el vikingo la sala de la chimenea empezó a tomar forma, las paredes se llenaron de estanterías y las estanterías se llenaron de libros. Y al poco de llegar el peque compramos el sofá y las mesitas más cutrongas de Ikea y nuestro rincón de lectura cobró vida por fin.

Por supuesto no podía faltar el toque personal para darle calidez al lugar. En una de las mesitas pusimos una tetera y un par de tazas que nos regalaron hace tiempo, el tapete de la tetera lo crocheteé yo y los otros dos fueron regalos, uno de Sig y otro de la ex directora de la escuela donde trabajo.



Pero lo que más me enorgullece de la sala de lectura es la manta que nos calienta los pies cuando estamos allí. Os he hablado de ella aquí, es simplemente un granny square gigante que he ido haciendo con los restos de lana gorditos que voy acumulando. He tardado más de dos años y medio en terminarla hasta que ha alcanzado el tamaño que yo quería. Las últimas vueltas han sido un suplicio de eternas (tardé dos semanas en hacer la última blanca, claro, con el bebé ya por aquí) pero me gusta el batiburrillo de colores y estoy segura de que cumplirá su función.

En esta foto, que no he sabido sacar menos fea, se ve bien extendida:



Y aquí veis nuestro rinconcito de lectura, aún por acabar pero ya perfectamente disfrutable. Lo que se ve en la foto es sólo el 30% de la sala, en el 70% restante están las estanterías en las paredes, y el resto del espacio lo aprovecharemos para hacer un rincón de juegos para el vikingo.




Yo que soy muy casera disfruto muchísimo con este nuevo espacio, terminado justo a tiempo para la mejor época del año: ¡el otoño!

Detalles aquí y aquí (y también veréis una lista de todas las lanas usadas en la manta, que van desde las mñas exquisiteces tipo Malabrigo o Greta and The Fibers hasta el más roñoso e inidentificable acrílico de todo a 100)

8 comentarios:

  1. Tener un piso con chimenea por estos lares es todo un expediente x; simplemente no existen. El rinconcito es muy acogedor, debe de ser un gustazo poder tejer rodeada de libros al calor del fuego. :-)

    ResponderEliminar
  2. Aquests detalls fan caliu a qualsevol raconet!!!,
    gaudiu de la llar de foc.

    ResponderEliminar
  3. que buen sitio para perderte entre los pensamientos

    ResponderEliminar
  4. que buen sitio para perderte entre los pensamientos

    ResponderEliminar
  5. Super cozy! Que lo disfrutéis y ojalá sirva de inspiración para que el peque se convierta en un lector empedernido.

    ResponderEliminar
  6. T'ha quedat genial!!! Quines ganes de llegir que deuen fer en aquest racó!!!

    ResponderEliminar

Haz tu chocomentario!