martes, 31 de mayo de 2016

Sockdown 9 (Junio):

Permitidme que os remita a un post que escribí hace bastante tiempo, allá por agosto del año 2014. Allí os hablaba del reto anual "Sockdown", propuesto y moderado desde el grupo de Ravelry "Sock Knitters Annonymous".

En su momento ya escribí en qué consistía, pero por si no queréis entrar en el post anterior, lo resumo un poco. Es un KAL (o tejijunta) que empieza cada año en septiembre y termina en agosto. Cada mes se proponen un tema (por ejemplo, flores), una técnica (por ejemplo, trenzas) y un diseñador (por ejemplo, Cookie A.) y se trata de que cada participante teja unos calcetines que se ajusten a uno o más de esos criterios (puedes tejer algo que tenga que ver con las flores, o unos calcetines de trenzas diseñados por Cookie A o lo que te parezca). Los meses alternos también hay la posibilidad de participar en un Mistery KAL.

No hay límite de pares que puedas tejer, siempre y cuando los empieces durante el mes que se proponen. La idea es terminarlos antes de que acabe el mes siguiente (es decir, que el reto de septiembre termina en octubre, el de octubre en noviembre y así sucesivamente). Si terminas en el plazo, entras en el sorteo de los muchos ítems que desinteresadamente ofrecen diseñadores y artesanos cada mes (patrones, lana, bolsas de labores...). Y si no terminas, no pasa nada. El mes de agosto se reserva para terminar pares inacabados o para tejer calcetines que, por sus características, "no cuentan" dentro del KAL.

Como se supone que la gracia es que es un reto, hay algunas normas: los calcetines deben tener un mínimo de altura en la caña, deben poseer talón y puntera, deben ser "ponibles" dentro de unos zapatos, no debes haberlos tejido con anterioridad, deben tener una mínima dificultad etc.

Y, por supuesto, no se obliga a nadie a participar. Puedes unirte cada mes, o sólo un mes o ninguno o 6 o 10 o lo que te apetezca.

A mí estas premisas me llamaron poderosamente la atención, y en septiembre de 2014 quise unirme y tejer, en principio, unos calcetines cada mes.

El resultado fue bastante desastroso:

En septiembre de 2014 empecé los Stitch Surfers y los terminé hace nada, os hablé de ellos en la entrada anterior.



En octubre de 2014 empecé los Isle of Gayle y todavía voy por la mitad de la caña del primer calcetín, a la espera están de terminarlos en un empujón.



En noviembre de 2014 empecé los Socks of a Different Stripe y los deshice hace unos meses cuando estaba a punto de terminar el primero, porque no me convencía cómo me quedaba.



En diciembre de 2014 empecé los Socks on a Plane y esos sí los terminé en el plazo porque eran un regalo de Navidad.


Y allí se terminó todo porque a los pocos días de montar los puntos de los calcetines de diciembre supe que estaba embarazada y mi mundo se volvió felizmente del revés.

Con esto nos trasladamos al presente. Cuidando de un bebé de casi 10 meses cuyas motivaciones en la vida se basan casi siempre en gatear hacia los enchufes, ponerse de pie y lanzarse de la cama en plancha, no es un secreto que no tengo apenas tiempo. Y cuando lo tengo, normalmente estoy muy cansada y sólo me apetece perder el tiempo en internet. Pero luego, los días en los que no he dado una sola puntada, me voy un poco triste a dormir, porque yo necesito tejer.

Total, que el otro día se me ocurrió cotillear a ver qué se cocía en el Sockdown de este año. Hacia mucho que no me pasaba por el foro y no tenía ningún ánimo de participar puesto que, tristemente, no sé si me veo muy capaz de terminar un par de calcetines en dos meses sin estresarme (qué bajón).

Pero, llamémosle destino, adivinad qué es lo que me encontré en la temática calcetinera propuesta para el mes de junio: Breaking The Rules.

Interesante -me dije- ¡profundicemos en el tema!

Y resulta que para el mes de junio se permite, de manera excepcional, romper dos de las normas: puedes tejer calcetines que ya hayas hecho con anterioridad o tejer unos muy básicos.

Y resulta, además, que para mi último cumpleaños me regalé un ovillo de Regia Stripemania, que es más gruesa que una lana de calcetines normal.



Así que... calcetines básicos con lana algo más gordita.

¡Esto sí puedo hacerlo!

Y ya me veis más contenta que unas castañuelas. Mientras el vikingo se entretenía alucinando bellotas con la devanadora, yo ya he ovillado la lana en dos pastelitos idénticos y la tengo en una bolsa con sus correspondientes agujas para empezar.

Os parecerá una chorrada, pero estoy motivadísima.

2 comentarios:

  1. Básicos y con una lana gordita que forma sus propias rayitas los vas a terminar en un pispás. Verás que bien te sienta. ;-)

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  2. Que linda lana!!!a tejer,seguro te va a quedar hermoso,como todo los calcetines q tejes.

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