Este es el último par de calcetines que he terminado. Me encanta este diseño, es la segunda vez que lo tejo y tenía muchas ganas de repetir con una lana diferente, además esta vez los he disfrutado mucho más que la primera.
No son tan difíciles como aparentan, en cuanto les pillas el truco se tejen de manera automática. Lo malo, que siempre me pasa a mí, es que suelen quedarme demasiado largos por el pie y sobra demasiada puntera. La otra vez se arregló a base de lavados (sospecho que la lana no era superwash, además perdió mucho color) y espero que ahora también se solucione, pues han sido un regalo.
Detalles, aquí.
martes, 17 de abril de 2018
lunes, 9 de abril de 2018
Char
A mediados del pasado diciembre, un buen día como otro cualquiera, se me ocurrió la feliz idea de tejerle unos guantes a mi señor marido y regalárselos para Reyes, ya que unos guantes son, según él, un accesorio que de verdad necesita e iba a utilizar.
Eso sí, guantes con dedos, que "las manoplas son raras". Tócate la minga. Sólo los que hemos tejido dedos sabemos lo tedioso que es rematar luego mil cabos e intentar que no queden agujeritos entre ellos.
Pero bueno, yo sola me metí en el fregao, así que no me quejo. Ya iba un poco in extremis, no tenía mucho tiempo, pero la vida a veces te depara cosas que nunca te esperarías, así que la tejedora que iba a toda mecha tuvo que dejar los guantes aparcados por un tiempo.
Ya no llegué a Reyes, por supuesto. Pero se los puse debajo del árbol de todas maneras, en plan: si eso espera unos días, pero este es tu regalo. Más cutre y no nazco.
Total, que como ya el regalo se había desvelado y ya no había tanta prisa por acabarlos, me fui relajando y relajando... y los terminé un 27 de marzo. Claro que sí, si eso ya te los guardas para el año que viene, ¿vale, cariño?
El pobre, posa resignado con su mucho más que atrasado regalo navideño... O muy adelantado, según se mire.
La lana no tengo ni la más remota idea de qué es. Me la regaló Marga hace mil años, está teñida a mano pero no por ella, y tiene una textura muy retorcida que le da extra calidez al guante, así que ha ido bien para este proyecto.
Objetivo guantes para el maromo: conseguido.
Detalles, aquí.
Eso sí, guantes con dedos, que "las manoplas son raras". Tócate la minga. Sólo los que hemos tejido dedos sabemos lo tedioso que es rematar luego mil cabos e intentar que no queden agujeritos entre ellos.
Pero bueno, yo sola me metí en el fregao, así que no me quejo. Ya iba un poco in extremis, no tenía mucho tiempo, pero la vida a veces te depara cosas que nunca te esperarías, así que la tejedora que iba a toda mecha tuvo que dejar los guantes aparcados por un tiempo.
Ya no llegué a Reyes, por supuesto. Pero se los puse debajo del árbol de todas maneras, en plan: si eso espera unos días, pero este es tu regalo. Más cutre y no nazco.
Total, que como ya el regalo se había desvelado y ya no había tanta prisa por acabarlos, me fui relajando y relajando... y los terminé un 27 de marzo. Claro que sí, si eso ya te los guardas para el año que viene, ¿vale, cariño?
El pobre, posa resignado con su mucho más que atrasado regalo navideño... O muy adelantado, según se mire.
La lana no tengo ni la más remota idea de qué es. Me la regaló Marga hace mil años, está teñida a mano pero no por ella, y tiene una textura muy retorcida que le da extra calidez al guante, así que ha ido bien para este proyecto.
Objetivo guantes para el maromo: conseguido.
Detalles, aquí.
viernes, 6 de abril de 2018
Viernes de Swapetines 2018 XIX: Lo que yo mandé
Este año me ha tocado una gran responsabilidad: sorprender a alguien que era la primera vez que participaba: mjajito. Desde el primer momento tuve claro que tenía que mimarla con especial atención, pues es importante que se lleve un buen recuerdo y tenga ganas de repetir.
Me costó decidir el patrón, hasta el punto que llegué incluso a hacer una mini encuesta en Ravelry con la esperanza de que diera su opinion y poder tener alguna pista para continuar. Por suerte para mí, no sólo respondió a la encuesta sino que, entre los dos patrones que dijo que más le gustaban, estaba el que a mí más me apetecía tejer, así queno hubo más dudas en ese momento.
No es la primera vez que tejo los Portland Gussets. De hecho, hace 4 años o así los intenté hacer, pero los deshice (no recuerdo por qué). Se ven sencillos pero no lo son tanto de tejer: hay que estar atenta al gráfico y no perderse, no los calificaría de esos patrones de llevar en el bolso para cualquier momento.
No obstante, me encantó tejerlos, me enganché, no podía hacer otra cosa en mis ratos libres en casa. Eso sí, no me libré de las dudas y los sustos que siempre nos llevamos cuando tejemos para otras personas. A saber (por si a alguien le sirve para el futuro):
- Pensé que le iban a ir grandes, estaba completamente segura de que tendría que deshacer... hasta que terminé el talón y vi que eran perfectos.
- Luego pensé que eran estrechos... pero no. El patrón engaña mucho, parecen muy ajustados con ese canalé retorcido, pero lo cierto es que son super elásticos.
- Hiperventilé y asimilé con resignación que me iba a faltar lana. Al final me sobró poco menos de un metro en el primer calcetín (sufriendo al máximo). En el segundo, sobró una pelotilla.
Por suerte, a pesar de todas las dudas, sé que a Mª Jesús le van bien (me mandó una foto como prueba, ¡gracias!) y que le han gustado. Pfiuuuuuuuu. Respiración profunda.
Le llené la cajita con una lana bonita, chocolate y marcadores. Me hubiera encantado poner más cosas, pero no me llegó el presupuesto.
Aún con todo, ella está contenta, que es lo que cuenta. Y yo más, porque he disfrutado muchísimo de todo el intercambio.
Por cierto, no dejéis de pasaros por su podcast: Silencio, estoy contando
Detalles de mis calcetines, aquí.
Me costó decidir el patrón, hasta el punto que llegué incluso a hacer una mini encuesta en Ravelry con la esperanza de que diera su opinion y poder tener alguna pista para continuar. Por suerte para mí, no sólo respondió a la encuesta sino que, entre los dos patrones que dijo que más le gustaban, estaba el que a mí más me apetecía tejer, así queno hubo más dudas en ese momento.
The Portland Gussets, de la insuperable Yarnissima |
No es la primera vez que tejo los Portland Gussets. De hecho, hace 4 años o así los intenté hacer, pero los deshice (no recuerdo por qué). Se ven sencillos pero no lo son tanto de tejer: hay que estar atenta al gráfico y no perderse, no los calificaría de esos patrones de llevar en el bolso para cualquier momento.
No obstante, me encantó tejerlos, me enganché, no podía hacer otra cosa en mis ratos libres en casa. Eso sí, no me libré de las dudas y los sustos que siempre nos llevamos cuando tejemos para otras personas. A saber (por si a alguien le sirve para el futuro):
- Pensé que le iban a ir grandes, estaba completamente segura de que tendría que deshacer... hasta que terminé el talón y vi que eran perfectos.
- Luego pensé que eran estrechos... pero no. El patrón engaña mucho, parecen muy ajustados con ese canalé retorcido, pero lo cierto es que son super elásticos.
- Hiperventilé y asimilé con resignación que me iba a faltar lana. Al final me sobró poco menos de un metro en el primer calcetín (sufriendo al máximo). En el segundo, sobró una pelotilla.
Por suerte, a pesar de todas las dudas, sé que a Mª Jesús le van bien (me mandó una foto como prueba, ¡gracias!) y que le han gustado. Pfiuuuuuuuu. Respiración profunda.
Le llené la cajita con una lana bonita, chocolate y marcadores. Me hubiera encantado poner más cosas, pero no me llegó el presupuesto.
Aún con todo, ella está contenta, que es lo que cuenta. Y yo más, porque he disfrutado muchísimo de todo el intercambio.
Por cierto, no dejéis de pasaros por su podcast: Silencio, estoy contando
Detalles de mis calcetines, aquí.
martes, 3 de abril de 2018
(no)Viernes de Swapetines 2018 VIII: ¡Recibidos!
¡Por fin se abre la veda Swapetinera!
A partir de hoy, pasen y vean todos los blogs y cuentas de Instagram de las participantes de la edición de este año, pues vais a poder admirar las auténticas virguerías que se han tejido.
Este es un post programado, así que yo todavía no he visto nada, pero aún así puedo asegurar, sin temor a equivocarme, que he sido una de las más afortunadas.
Mi sorprendedora este año ha sido, nada más y nada menos, la Swapetina Mayor, la gran e inigualable Pilar, que lleva haciendo esto 11 años ya, ahí es nada.
Pilar me ha tenido despistadísima, de hecho hasta la había borrado de mi lista de sospechosos (no sé por qué ni en qué momento). Pero al final del intercambio tuvo un deslicín y, ahá, até cabos y supe que era ella.
¡Qué ilusión me hizo! Pero todavía me hizo más cuando pude abrir el paquete que me había mandado. Ahí va:
Pasemos lista:
- Dos bolsas para proyectos cosidas a mano: una teñida por ella con la técnica tye-die y otra de seda natural, oh la la.
- Una tableta de chocolate a la sal (de la cual os enseño sólo el envoltorio, que es lo que queda) que estaba para morirse. Palabra.
- Unas agujas Karbonz
- Una madeja de lana para calcetines Pro Lana Avellino, en morado por supesto
- Otra madeja para calcetines, una maravillosa Greta and the Fibers, calidad Sants, también en morado.
- Una libreta con su boli a juego (¡cómo sabe cómo uso yo las libretas!)
- Una bonita postal
- Ah, y un detalle misterioso más que está por llegar, ¿qué será, será?
Y por supuesto, los super calcetines, aquí presentes en mis pies:
Pido mil millones de perdones porque no he sido capaz de fotografiar el espectacular color turquesa que tienen. ¡Son maravillosos y preciosísimos! Y muy gustosos de llevar. Los estrenaré en un día especial ;)
Este año las gracias a Pilar van dobladas y redobladas: gracias por lo bonito, por cuidarme tanto en este intercambio y por hacerlo posible un año más, que no es fácil.
Hasta la próxima (espero!!!!)
PD: lo que yo mandé lo enseño el próximo viernes.
A partir de hoy, pasen y vean todos los blogs y cuentas de Instagram de las participantes de la edición de este año, pues vais a poder admirar las auténticas virguerías que se han tejido.
Este es un post programado, así que yo todavía no he visto nada, pero aún así puedo asegurar, sin temor a equivocarme, que he sido una de las más afortunadas.
Mi sorprendedora este año ha sido, nada más y nada menos, la Swapetina Mayor, la gran e inigualable Pilar, que lleva haciendo esto 11 años ya, ahí es nada.
Pilar me ha tenido despistadísima, de hecho hasta la había borrado de mi lista de sospechosos (no sé por qué ni en qué momento). Pero al final del intercambio tuvo un deslicín y, ahá, até cabos y supe que era ella.
¡Qué ilusión me hizo! Pero todavía me hizo más cuando pude abrir el paquete que me había mandado. Ahí va:
La foto salió muy oscura :( |
Pasemos lista:
- Dos bolsas para proyectos cosidas a mano: una teñida por ella con la técnica tye-die y otra de seda natural, oh la la.
- Una tableta de chocolate a la sal (de la cual os enseño sólo el envoltorio, que es lo que queda) que estaba para morirse. Palabra.
- Unas agujas Karbonz
- Una madeja de lana para calcetines Pro Lana Avellino, en morado por supesto
- Otra madeja para calcetines, una maravillosa Greta and the Fibers, calidad Sants, también en morado.
- Una libreta con su boli a juego (¡cómo sabe cómo uso yo las libretas!)
- Una bonita postal
- Ah, y un detalle misterioso más que está por llegar, ¿qué será, será?
Y por supuesto, los super calcetines, aquí presentes en mis pies:
las trenzas son diseño suyo |
Pido mil millones de perdones porque no he sido capaz de fotografiar el espectacular color turquesa que tienen. ¡Son maravillosos y preciosísimos! Y muy gustosos de llevar. Los estrenaré en un día especial ;)
Este año las gracias a Pilar van dobladas y redobladas: gracias por lo bonito, por cuidarme tanto en este intercambio y por hacerlo posible un año más, que no es fácil.
Hasta la próxima (espero!!!!)
PD: lo que yo mandé lo enseño el próximo viernes.
viernes, 23 de marzo de 2018
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