Uh, uh, que viene, que viene...

El pasado viernes por la noche tuvo lugar el comienzo de uno de los eventos más importantes del año. Y no hablo de las Olimpiadas, precisamente, que me la traen bastante al fresco, sino de su paralela e infinitamente más divertida y digna competición las Ravellympics Ravellenics.

Para los que no sabéis de qué se trata, es sencillo: son unas Olimpiadas tejeriles. Cada uno elije un reto (hacer tal prenda, acabar tal cosa, empezar tal otra o lo que le dé la santísima y real gana) y debe cumplirlo en lo que dura las Olimpiadas. Este evento se organiza desde Ravelry (cómo no), se hacen equipos, se otorgan premios... en fin, una excusa para hacer un poco el friki y pasarlo bien tejiendo, que de eso se trata al fin y al cabo.

Para mí, una de las partes más divertidas de todo esto es lo que se denomina Mass Cast On, que en castellano sería algo así como "montado de puntos masivo" y consiste en que todas y todos los/las participantes de Ravellenics (o los que quieran, claro) montamos los puntos de nuestros proyectos mientras vemos la fiesta de inauguración de las Olimpiadas. Es a partir de entonces y sólo entonces cuando se empieza oficialmente el proyecto tejeril, y hasta que terminan los juegos.

En el equipo Teixicòmanes hace ya muchos meses que nos estamos preparando y teníamos muy claro que queríamos estar juntas para el Mass Cast On. En principio íbamos a comernos unas pizzas en Llanàrium, pero al final decidimos reservar una sala entera  con dos pantallas enormes para ver la ceremonia en la Creperia del Mar. Y menos mal que lo hicimos, porque fuimos bastantes y, además, estuvimos la mar de bien.

A parte de una ceremonia bastante sosita, nosotras lo pasamos bien. Hubo bastantes nervios al principio, la sensación fue exactamente la misma que cuando dan las doce campanadas de Año Nuevo, todos histéricos por tenerlo todo preparado.

A mí, antes de empezar, ya me cayó el primer regalo, una bolsita para labores preciosa hecha a mano por Candela que, por supuesto, servirá (está sirviendo) para transportar mi proyecto olímpico.

siento que se vea tan mal...

Algunas nos refregaron por la cara lo pijas y preciosas que son sus lanas olímpicas:

 Cuando se trata de contar puntos para un proyecto estando en compañía de mucha gente la clave es concentración, concentración, concentración. Aquí lo veis:

Y mi primera vuelta, tras montar 276 puntos, de lo que será una falda a la que no auguro mucho futuro.

Me hubiera encantado quedarme hasta que saliera España con la banderita y ver lo guapos y guapas que van todos nuestros deportistas con esos uniformes tan reshulones, pero estaba muerta de cansancio. En fin, también es verdad que hay cosas que es mejor no ver.

Y como por fin ya estoy de vacaciones puedo estarme todo el tiempo que me dé la gana tejiendo, tejiendo, tejiendo y nadie me lo podrá impedir, mwahahahaha!

Por cierto, gracias señores del Comité Olímpico de USA por obligarnos a cambiar ahora el nombre de nuestra competición tras años de usarlo. Creía que las palabras eran libres pero he aprendido que con ustedes no, que denigramos el espíritu olímpico y que tienen pleno derecho sobre el término "olympics" y todo lo que se relacione de él. Muy comprensible y lógico todo. Los que sean fans de los Simpsons quizás recuerden aquél capítulo en que la entrañable familia no podía cantar según qué villancicos ni usar según qué notas musicales por ser propiedad de Disney. A veces la realidad supera la ficción.