De la lana verde no llegué a usar ni medio ovillo, y de la lana gris tuve que comprar un ovillo de emergencia, pues se me terminó a apenas 7 u 8 vueltas.
Con ese par de "restazos" me llegaba para hacer otra cosa, así que elegí tejerle este gorro a mi chico, el Botanic Hat.
Él no es muy afín a llevar gorros, pero todos sabemos que nunca está de más tener esa pieza en el armario. Además, con una novia tejedora, esto es lo que le toca. Pero sí, le gustó y sí, se lo va a poner (algún día).
Con el ovillo gris hiperventilé hasta el final, me sobró más o menos medio metro de lana, centímetro arriba, centímetro abajo, y en cuanto el ovillo verde, bueno, me sobró bastante todavía, pero ese va directo a la manta de los restos.
Los que me conocen saben que no soy en absoluto fan de los diseños del "súper fenómeno" Stephen West, pero no me importa reconocer que tiene cosas que están bien, como por ejemplo este gorro. Es muy fácil de hacer, bonito, reversible y rápido, yo lo hice en una sentada, no me llevó ni 5 horas. Os lo recomiendo.
Detalles aquí.
Molt xulo!! M'agrada més del revés, jijiji
ResponderEliminart'ha quedat genial!
ResponderEliminarTe ha quedado muy bonito, seguro que cuando en el invierno esté calentito le empezará a coger el gusto a ponerse gorros :-)
ResponderEliminarQue bien aprovechados los ovillos!! Aunque uno de ellos te haya hecho sufrir!!!
ResponderEliminarTe ha quedado muy bonito!!!
Me encanta el gorro! tanto del derecho como del revés, es esto mismo lo que más me gusta, que sea reversible. Los colores muy chulos, ya me gustó la combinación en el vestido.
ResponderEliminarLaura
M´encanta el gorro!! I els colors són molt encertats!
ResponderEliminarAna