lunes, 1 de octubre de 2012

Grandes fracasos tejeriles

A principios de agosto publiqué un post tirándome flores a mí misma y mostrándoos los proyectos tejeriles que, a mi juicio, han sido algunos de los grandes éxitos que he parido porque los he disfrutado y amortizado tanto a la hora de tejerlos como a la hora de llevarlos.

Pues bien, hoy os presento algo más jugoso e interesante: algunos de mis grandes fracasos. Dentro de esta categoría, voy a englobar proyectos deformes, infumables e iluminaciones divinas que tuve en algún momento y que terminaron en desastre irremediable, pero también proyectos bonitos que me llevaron muchas horas de trabajo y que al final han terminado arrinconados en un armario para no ver jamás la luz del sol (est, para mí, también es un fracaso). Esto va a ser largo, os aviso.

¡Saquemos a la luz esas vergüenzas!

Calcetines supercalentitos



Empecemos por la sección calcetines. ¿Alguna vez a alguien se le ha pasado por la cabeza que una lana de Ovillos.com que en realidad es casi todo acrílico podría encoger al lavar? No, ¿verdad? Ilusos...

Años atrás, en una excursión al almacén cuando todavía no había tienda, nos regalaron unas cuantas muestras  y yo decidí que con lo mío me haría unos calcetines largos, gordos y calentitos para el invierno. Los tejí con mucha ilusión, adaptándolos a las formas de mi generosa pantorrilla y pensé, orgullosa, en el jaque mate que le había dado al frío invernal de las noches. Craso error. Tras la primera lavada ya no me pasaban del talón. ¿Cómo puede ser? ¡Rayos y centellas! ¡El acrílico de Ovillos.com encoje! ¡Y mucho! ¡Maldición!

Lo mejor de todo es que ahí siguen, en el cajón, esperando a que vuelvan a su tamaño original. Y lo mejorísimo de todo es que, de vez en cuando, me los sigo probando para ver si ha ocurrido el milagro. Ay, millones de años de evolución para esto...

Skew



¡Cómo me gustaron estos calcetines cuando los vi por primera vez! Los encontré tan originales y divertidos que fue casi imposible no empezarlos de inmediato. Además tenía en el stash una lana que yo consideraba perfecta para ellos, cosa que sólo ocurre en un 1% de las ocasiones, y tenía que aprovecharlo.

En honor a la verdad, lo pasé bien tejiéndolos. Lo malo fue que no sé qué cálculos endemoniados hice, que me quedaron más largos de lo normal por la parte del pie y, al ser la puntita tan estrecha, me quedan como unas botitas de elfo (no se aprecia bien en la foto, pero es así).

La cosa empeoró, de nuevo, después de la primera lavada, puesto que aunque en la etiqueta ponía que la lana podía meterse en la lavadora, ésta perdió los colores de una forma asombrosa, quedando todos terriblemente apagados, casi blancos. Y, por si fuera poco, el efecto elfo se acentuó. No obstante todos eso, me los pongo de vez en cuando. Nunca recuerdo cuál es el que va la derecha y cuál a la izquierda, pero me los pongo.

Odessa



El primer proyecto de la categoría gorros lo ocupa éste tan bonito que, a simple vista, no parece tener nada de malo. Y no tenía. Cierto día lo puse a lavar en la lavadora con todo mi cariño y cuidado (dentro de una bolsita protectora), pero el miembro de mi familia que tendió la ropa ese día decidió colgarlo con una pinza por un extremo y os podéis imaginar lo que pasó: con el peso del agua aquello creció y creció ya punto estuve de hacerle un agujero en la punta para llevarlo como falda. No tuvo arreglo.

Lo mejor de esta historia es que ese miembro de mi familia (que no diré quién fue por respeto a su persona) que colgó mi gorro de un extremo, fue precisamente el que me enseñó que las prendas de punto NO se pueden colgar en el tendedero porque quintuplican su tamaño. Ironías de la vida.

Por cierto, le he perdido totalmente la pista. Una pena, con lo que me gustó tejerlo.

Porompompero


Este proyecto os lo enseñé hace poco. Empezábamos mal con el ridículo nombre, así que aquello no podía tener un buen final. Quizás recordéis que al principio de tejerlo alguien me decía "albis, eso te va a quedar grande" y yo ignoré sus consejos de sabia tejedora. Por supuesto, me quedó grande. Enorme. Descomunal. Épico. Ahí sigue, esperando a que le remate los hilos. Que espere, que espere...

Mi primera bufanda


Esto no me gusta considerarlo un desastre porque fue mi primera pieza tejida y todo se perdona, pero lo cierto es que la hice mal y así aprovecho para enseñárosla, que nunca lo he hecho.

Con esta bufanda pasaron varias cosas:

- La primera fue que fue el primer proyecto que tuve que deshacer (me deshicieron), aunque en contra de mi voluntad. La señora de la casa de lanas decidió sin consultarme que estaba usando unas agujas muy pequeñas (de 7 mm) y me arrancó al pequeño vástago de mis manos que tanto esfuerzo me estaba costando sacar adelante, para deshacerlo sin piedad ante mis atónitos ojos y montarme de nuevo los puntos en unas agujas de 8 mm. A hacer punto bobo fue lo único que me enseñó, esa bruja.

- Empecé con una lana color curdo con destellos amarillos y fucsias, pero luego recordé que ya tenía una bufanda hecha a mano de ese mismo color, pero decidí no deshacer y seguir con otra lana, de ahí ese extraño festival de rayas, que pega muy bien con mi sentido de lo hortera.

- Cuando llevaba unas 15 o 20 vueltas me salté un punto sin tejer pero no lo vi hasta más adelante. Al principio quise ignorarlo, pero se me clavaba la mirada en ese punto, así que volví a deshacer para arreglarlo. Lo buenísimo de esto es que yo no entendía qué pasaba y no sé cómo me lo monté, pero cuando llegaba a la fila con el punto sin pasar en cuestión, deshacía pero haciendo que en la fila siguiente hubiera otro punto sin tejer y así durante 5 o 6 vueltas. Me enfadé con el mundo, estuve 3 semanas sin tejer y lo primero que aprendí en mi siguiente proyecto fue a recoger puntos perdidos.

- A mitad de la bufanda se me cruzaron los cables y, sin darme cuenta, giré la bufanda de manera que seguí tejiendo la parte de delante por lo que había estado siendo el revés, y viceversa. No se ve en la foto porque hice trampa al colocarla, jeje.

- Gracias a mis genialísimas ideas sobre la simetría de rayas logré que la bufanda midiera más de dos metros y medio. Lo juro. El primer día que me la puse por la calle casi me ahogo, lo juro otra vez, pero ahora he aprendido a convivir con ella y en esos días de invierno que estoy un poco resfriada me calienta un montón.

Honeybee


Bonito, ¿verdad? Fue mi primer y más cansino proyecto con calados. Con muchos calados, como veis. Con lana muy fina y en color negro, para más inri. Y encima era una estola, que es mucho más pesada y larga de tejer.

Todo un trabajo de chinos, la verdad, hecho a petición de mi querida y santa madre cuyos deseos son órdenes para mí. Pero ¿sabéis qué? No se lo ha puesto no una sola puñetera vez en su vida y ya hace dos años y medio que se lo regalé. Esto, para mí, es una auténtica hecatombe. Que no ha encontrado una ocasión suficientemente especial para estrenarlo, dice, la muy huevona. Pues mami, que sé que leerás esto, en enero tenemos una cita muy especial, así que como no te vea yo con el chal puesto te juro que ya no tienes hija. He dicho.

Sylvi



Y empezamos con mi querida sección con mayor número de fracasos, la de piezas-para-la-parte-de-arriba-de-tu-cuerpo, con una chaqueta muy especial para mí: el Sylvi.

No me abucheéis, sé que es muy bonita y no tengo derecho a ponerla a parir, pero su caso es muy parecido al de arriba. Sencillamente, no me la he puesto jamás, y por eso ha fracasado en la vida como abrigo. Cuando la gente me lo pregunta y se lo digo, se quedan muy sorprendidos pero, ¿qué esperabais? Esa chaqueta pesa como un jodido muerto. Y me costó demasiado tejerla como para que ahora se me enganche de una punta en cualquiera de las trampas mortales que hay por la calle.

Sinceramente, creo que la he mitificado y acabaré por no ponérmela nunca. La tengo que lavar porque huele un poco a humedad, pero me da tremenda pereza, y aunque lo haga, creo que seguirá durmiendo en el armario por todos los jamás de los jamases, amén. Una pena. Un fracaso.

Jersey Pacman


Dioses, este proyecto me encanta. Fue el primer jersey que tejí, y fue para mi querido novio, por supuesto. ¿O acaso pensáis que me haría la primera chapuza de jersey para mí misma? No, no, tenía que experimentar con otras personas.

El patrón era de una revista Katia. Un jersey normal y corriente, tejido en plano y cosido a posteriori. Lo que tiene ser autodidacta es que nadie te explica las cosas. Lo que tiene ser un poco cortita es que no entiendes cómo funcionan las cosas. Y lo que tiene ser bastante lerda es que, en lugar de creer que la que está haciendo mal las cosas eres tú misma, lo que pasa es que los de la revista se han equivocado.

Me explico: al llegar el momento de coser las sisas no entendía el funcionamiento de las mismas, ni por qué había estado menguando puntos ni cómo carajo se unía ese puzzle de mangas con ese puzzle de cuerpo. Me decía a mí misma que eso no podía ser así, que qué manera tan rara era esa de hacer una manga, que la revista estaba mal, fijo, pero que yo, con mi primer jersey, era mucho más lista que el patrón de una revista escrito por una señora que lleva toda su vida tejiendo. ¿Qué hice? Pues deshacer toda la sisa de la manga y hacerla totalmente recta. Con un par. No sé cómo la cosí, pero la cosí, y ahora mi novio va tan encorvado y jorobado como el pobre Pozí, porque le apretan las costuras, obviamente. Pero se lo pone, por supuesto. Por la cuenta que le trae.

Textured Tunic


Era el jersy perfecto. La lana era perfecta, con el grosor perfecto y, por supuesto, el color perfecto. Una delicatessen de Rowan, mi pasta que me costó.

¿El problema? Me quedó grande. ¿Y qué hace la menda? ¿Deshacer? Noooooo! ¿Para qué deshacer y darle otra oportunidad al proyecto si puedes meterlo en la lavadora y estropearlo del todo, como dios manda?

Mi asociación de ideas fue brillante, simplemente. En la etiqueta decía bien claro que no se podía poner en la lavadora, pero yo pensé: "esto es Rowan Felted Tweed, ¿no? Si es Felted es porque está un poco afieltrada, ¿no? Entonces no pasa nada si lo pongo en la lavadora, no se va a afieltrar más".

Y por supuesto que se afieltró más, ya lo creo, Quedó pequeñiiiiiiiiito y compacto. Me entra, sí, pero parezco el muñeco de Michelin. Se me llevaron los demonios cuando lo vi, pero me estuvo bien empleado, por gilipollas. Y, encima, ese color tan bonito está mucho más que descatalogado, así que jamás podré tejerme otro jersey igual.

Pero lo guardo, eh, no creáis, ocupa un espacio muy valioso en mi armario. Si se acaba el mundo en 2012 y nos quedamos sin alimentos me lo pondré antes de morir de desnutrición. Muerta, sí, oigan, pero con mi jerseicito de Rowan.

Idlewood


Otro desastre de jersey, para no variar. Y otra vez me quedó grande. En realidad, lo que me quedó más grande fue ese cuello, enormemente grande. Aunque no lo creáis, repetí la gran hazaña que hice con mi Textured y lo metí en la lavadora con más cuidado, eso sí, y con un programa especial.

Logré que el jersey se encogiera lo suficiente como para que estuviera bien, sólo el cuerpo. Porque ese cuello... ese cuello... sólo diré una cosa, de ese maldito cuello: podría ponérmelo alrededor del cuerpo y bajar haciendo carreras de sacos hasta la parada del autobús. Queda claro, ¿no? Pues eso.

Gato extraterrestre

Esta es mi gran obra maestra de las proezas tejeriles. Jamás lo he sacado a la luz... hasta ahora.

Hacía muy poco que tejía y quise hacer un muñeco. Tenía una lana de ovillos.com llamada "Peluche", así que pensé: "obvio, ¿no? usaré la lana Peluche para hacer un peluche, da igual que sea azul, si se llama Peluche es porque con ella se hacen peluches, y yo haré un gato azul peluche".

Y el peluche en si no salió mal del todo, pero a la hora de rellenarlo yo no tenía nada así que le puse, tachán, bolitas de algodón. Y ni siquiera lo rellené bien, lo dejé medio deshinchado, el pobre, que se le caía la cabeza y todo, angelito, pero cómo iba yo a desperdiciar mi tiempo en acabr de rellenar al pobre animal. Tamaño desastre no me animó demasiado y decidí rematar la jugada bordándole malamente unos ojos bizcos con hilo de los chinos de color rosa y cosiéndole un botón como nariz. Los bigotes también rosas fueron la guinda sobre ese alucinante pastel.

Lo dicho: una gran obra maestra. Admírenla:


Y eso es más o menos casi todo, amigos, de momento. Porque desastres, queridos, seguirá habiendo y habrá, espero, por muchos años más.

Si os habéis leído todo este tochazo, muchas gracias, espero que esto por lo menos os haya servido para no cometer los mismo errores que he cometido y que, seguro, cometeré otra vez. Porque una tejedora es el único animal que tropieza dos veces con el mismo error. Y tres, y cuatro, y cinco...

37 comentarios:

  1. Jajajaja, m'has fet riure molt, jo encara guardo a l'armari el meu Francis que vaig posar a la rentadora conscient de que s'encongiria amb l'esperança que algun dia per art de màgia s'hagi arreglat.

    ResponderEliminar
  2. juas juas... tots tenim coses aixi.
    jo també tinc un jersei a l'armari esperant a que baixi unes 400 talles de petit que em va. o el meu francis amb llana d'ovillos q pica com una mala cosa...

    petons guapa

    ResponderEliminar
  3. Jo. com m'has fet recordar tot el despilfarro en llanes que tinc a l'armari esperant que m'engreixi 30 kilos o que en perdi 40. Noia m'ahs fet plorar de riure. Lo illor el gatet pitufo. Quina monada!! Sempre el pots regalar en un enemic invisible, com que és anònim...

    ResponderEliminar
  4. jajajaja! ai alba! com he rigut!! Estas com una campana!!! Tu tranquila que tots tenim projectes fracas o projectes que s'han quedat en un calaix... si jo t'ensenyés... (en el meu cas de patch, clar)
    petons guapa! m'has alegrat el dia amb el teu post! ;)

    ResponderEliminar
  5. Jajajaja, el gato... el gato... ¡¡me encanta el gato!! :_)
    Creo que has puesto palabras e imagen a esos secretos escondidos en los armarios que tenemos todas. ¡Valiente! A ver si nos ponemos las pilas y tomamos ejemplo.

    p.d. me ofrezco como posible destinataria de tus calcetines encogidos, ya que tengo el pie muy pequeño y seguro que me vienen. ;-)

    ResponderEliminar
  6. :))) , más o menos seguro que a todas nos ha pasado algo parecido.
    El chal seguro, seguro que lo guarda para una ocasión especial, igual tu te haces de rogar.
    El Silvi, también lo guardaría incluso dentro de una caja y que estaría ubicada dentro del armario.
    Petons de llana.

    ResponderEliminar
  7. Quin bon exercici de treure draps que has sfet. En dos entidos lo digo. Te habrás quedao descansada, no? Ese abrigo verde merece ser lucido y si se engancha, que le vamos a hacer.

    ResponderEliminar
  8. M'encanta el teu "top-10 de fracasos tejeriles".
    Tinc una tortuga farcida amb boles de cotó. Va ser el meu primer projecte (curs amigurumi de l'Aviv) i tot i anar amb el cap cot, és "mi tesoro". Ara la pobre sembla anorèxica per la manca de farcit (o farcit perdut).

    ResponderEliminar
  9. Dels teus "errors" no se si n'aprendré gaire, ara, l'estona de riure no me la treurà ningú ;-)

    ResponderEliminar
  10. Muy buen reportaje y muy valiente tejedora!
    Me he visto reconocida en muchos procedimientos: lavar para encojer, y guardar para ver si por alguna misteriosa conjunción planetaria se estira un tejido y se adapta perfectamente a tu cuerpo!
    Jejeejjeje... Por lo que veo, la mente de la tejedora es siempre similar!

    ResponderEliminar
  11. Jajaja, m´ha encantat!!! Tots tenim cadàvers a l´armari que mai ensenyarem o mai ens posarem... així que has estat supervalenta!
    M´encanta la xaqueta Sylvi, posa-te-laaa!! És preciosa!!
    Ana

    ResponderEliminar
  12. Jajajaj, lo que me he reído...lo has contado de una forma muy graciosa ;-) yo creo que todas las personas que tejen tienen fracasos tejeriles, yo por lo menos también tendría unos cuantos para sacar...un abrazo

    ResponderEliminar
  13. Me he reido mucho leyéndote. Hasta llegar al apartado del sweater que tejiste con la Rowan Felted Tweed. Sonrisa congelada. ¡Mi Levenwick está tejido con la misma lana y ya me viene justo-justo! ains, ahora temo hasta lavarlo a mano :( Besos.

    ResponderEliminar
  14. Primer m'he rigut a més no poder, després he tingut remordiments per riure'm de les teves penes però nena, amb el gat final no he pogut evitar tornar a posar-me a riure "a carcajada limpia". Molt valenta per ensenyar aquestes intimitats! ;) N.

    ResponderEliminar
  15. Jajaja. És una fantàstica crònica de fracasos, però crec que d'això en tenim tots :)

    ResponderEliminar
  16. Juas!!!!!!!!!!! Es que me parto contigo!!!!!!!!!!!! Si yo sacara mis errores tejeriles, haría un post kilometrico!!!!
    Genial, nena, de verdad, hacía tiempo que no me reía tantísimo con un post...
    Besos! (tres, que te los has ganado)

    ResponderEliminar
  17. Por cierto... yo también tengo algo de la Rowan... lo lavaré a mano!!!

    ResponderEliminar
  18. Jajajajajajaja....
    Con el día tan borde que he tenido hoy... Cómo me he reído con tu antología de fracasos tejeriles; me encanta tu sentido el humor.
    Gracias por tu post, Albis y por dejar que salgan del armario tus "trapos sucios", algo que tod@s tenemos, por si te sirve de consuelo...

    ResponderEliminar
  19. Jajajaja, lo que me he podido reír! Creo que todas tenemos mil piezas que esconder, necesitamos sacarlas a la luz para ver que no somos las únicas que cometemos errores tejeriles! Puede que haga un post como este en mi blog!

    ResponderEliminar
  20. Deu meu!! Quina crónica, sembla una novel.la de misteris o de liliput, ja que molts han encongit.
    Podriem obrir un fil en algun foro
    per explicar coses com aquestes.
    Jo també en tinc, com no. La vida tejeril es la suma d'èxits i fracassos.
    Rosalía

    ResponderEliminar
  21. Muy bueno, jejeje, aunque es imperdonable por tu parte no ponerte el Silvy. Dale tiempo a tu madre para que pueda lucir como se merece el fantástico chal.

    ResponderEliminar
  22. Me lo he leído de cabo a rabo... muy bueno. Y muy sano reconocer los fracasos. Aunque en su día hiciéramos trampa en las fotos para que no se viera... que por ahí hemos pasado todos.

    ResponderEliminar
  23. Créeme, hacía tiempo que no me reía con tantas ganas.
    Gracias hermosa!

    ResponderEliminar
  24. Me ha encantado tu diario de fracasos y cómo lo has contado. He explotado a reír yo sola con el peluche, jeje. Eres estupenda =)

    ResponderEliminar
  25. Muy buenas las descripciones de Grandes fracasos tejeriles, relatos muy graciosos, por otra parte me relaja pensar que no soy la unica que hace desastres.

    ResponderEliminar
  26. Lo que me he llegado a reír en la oficina. No de los proyectos sino de cómo los explicas.

    ResponderEliminar
  27. Lo que me he llegado a reír en la oficina. No de los proyectos sino de cómo los explicas.

    ResponderEliminar
  28. Madre mia, Alba... como me he reido con las historias. Pero ¿como no vas a lucir esas cosas tan chulas? la estola negra que es divina. Mira, si en un intercambio me tocas de sorprendedora no hace falta que me tejas nada, reciclamos esa estola y yo tan feliz (je,je,je)
    Te lo digo en serio, planteate reciclar todo esto, es una pena que no se puedan aprovechar.
    Una vez en Navidad nosotros hicimos este juego de sacar regalos de años anteriores que no utilizábaos y ponerlos a disposición de los demás y no veas lo que nos divertimos, todos los regalos volvieron a recolocarse.

    ResponderEliminar
  29. M'ha agradat molt aquest post! M'he sentit molt identificada. Sempre amb les presses per fer algo i acabar-ho que al final no surten be!!! Pero de cada cosa s'apren algo... tot i que costa acceptar que t'ha sortit malament per la impaciencia!!!

    Aaaai aquesta jaqueta.... jeje

    ResponderEliminar
  30. te acabo de descubrir y me ha encantado, me he reido a carcajadas, las pifias muy buenas, pero tu forma de explicarlo genial

    ResponderEliminar
  31. te acabo de descubrir y me ha encantado, aun estoy riendome a carcajada limpia, tus pifias son muy buenas pero tu forma de explicarlas lo han terminado de rematar, enhorabuena por tu blog

    ResponderEliminar
  32. Me he muerto de la risa y me he reconocido en chococientas cosas. Cuantas veces he hecho eso de tirar por el camino más corto (afieltrar para bajar una talla, modificar patrones a la brava...)

    ResponderEliminar
  33. Gracias por este rato tan agradable que me has hecho pasar, mi marido ha pensado que estoy mas loca de lo que pensaba, pues solo oía las carcajadas,el estaba sentado viendo las carreras de moto en la tele y yo en la habitación de al lado delante del pc.
    Me he identificado en muchas de las cosas que has escrito, con la diferencia que en lugar de grandes yo me hago las cosas pequeñas y difícilmente se dan aunque sea colgándolas mal ;-))y también están en un lugar preferente en mi armario a la espera de perder unos cuantos (muchos)kilos.
    Me ha gustado mucho el chal negro ¿me podrías decir donde se consigue el patrón?

    ResponderEliminar
  34. Me ha salido el mensaje con la cuenta de mi marido :(

    ResponderEliminar
  35. jajajaja, qué gracia tienes!! el jersey que esta muy encogido córtalo y hazte un bolso, el vestido que tiene un cuello "corre-carreras-de-sacos" lo recoges a un lado y le pegas un botón, en fin como ves soy de reciclar! ;) Marsae

    ResponderEliminar

Haz tu chocomentario!