Preparando el swap de otoño

Normalmente, cuando me apunto a un intercambio, me gusta dejar algunas pistillas por el blog, o por lo menos explicar cómo lo voy preparando. Como viene siendo costumbre, este año me he apuntado al Spanish Swap de Otoño y, naturalmente, esta entrada es para hablaros un poquito de él.

Parece que fue ayer cuando estábamos a finales de septiembre y me llegó un correo con el nombre de la persona a la que me tocaba sorprender. Tuve suerte. La verdad es que suelo tener suerte en los intercambios.

A día de hoy quedan menos de tres semanas para que empiece la entrega oficial de los paquetes y el mío ya está casi listo, a falta de un pedido de última hora que espero que llegue a tiempo y a falta también de lo más importante: el regalo tejido (esta semana me lo quito de encima sí o sí).

Evidentemente pienso en el regalo que alguien, de momento desconocido, está preparando para mí. Pero, sinceramente, lo que me hace más ilusión es preparar el regalo que voy a enviar yo: tener una cestita, ir poniendo los regalitos, visualizar las cosas que faltan, los detalles que lo harán más agradable...

Esta vez, aviso, mi sorprendida va a recibir por mi parte un regalo pequeño... pero matón. Habrá poca cosa comparado con otras veces, pero lo que hay es fino filipino.

Mientras aguardo el momento de enviar mi paquete, os dejo una foto en sepia (muy de moda ahora) con una de las partes más significativas del mismo. Y quién sabe, a lo mejor alguna de vosotras se da por aludida... o no.

¡Feliz lunes! (con diferencia para mí y la mayoría de la gente, el peor día de la semana).