La Digitessa

Para mí, Yarnissima es, sin lugar a dudas, la mejor diseñadora de calcetines. Algunos me gustan más que otros, por supuesto, pero es que no hay ninguno que no me guste y es por eso que hace tiempo que tomé la resolución de tejerlos todos y cada uno de ellos. Me alegré mucho cuando supe que Laia tenía las mismas intenciones que yo, así que, compañeras de camino, poco a poco vamos cumpliendo con nuestro propósito.

Hoy os enseño lo último que he tejido de esta buena buena alemana y que es en uno de sus patrones más hermosos: La Digitessa.

La lana Kint Picks Stroll Tonal en tono blue violet, la cual tenía ganas de probar hacía mucho tiempo. Me gusta para calcetines de batalla, pero creo que hace demasiadas bolitas. Aun así me gusta cómo queda el color con el diseño, aunque tenéis que imaginaros un lila un poco más intenso, porque yo sigo con mi mier** de cámara.

Al contrario de lo que podamos pensar a simple vista, son más sencillos de lo que parece. El patrón de las trenzas o serpentinas del centro sigue una lógica muy clara y muy fácil de recordar, así que no tuve necesidad de mirar demasiado el patrón... al principio.

Y digo al principio porque allá hacia el final tuve un momento de crisis bastante potente que me llevó de cráneo durante tres días. Veréis, cuando se termina el talón empiezas un nuevo gráfico para la parte de detrás y sigues con las antiguas serpentinas por delante, pero llega un momento en que ambos dibujos se tienen que fusionar. Pues bien, un buen día iba yo en el metro (porque eran mi proyecto de tejer en transporte público) y me empecé a dar cuenta de que llegaba el momento de la fusión y eso no tenía pinta de cuadrar demasiado.

Total, que pasé un par de días haciendo ver que no me daba cuenta de que eso no iba a funcionar, hasta que el tercer día me senté en el sofá de mi casa y me puse a ver qué carajo pasaba ahí. Efectivamente, eso no cuadraba ni de casualidad. Pero no es que no cuadrara por una o dos vueltas, no, eso no cuadraba por mucho.

Me volví bizca comprobando una y mil veces todas las vueltas desde el final del talón hasta el momento donde me encontraba yo y no fui capaz de encontrar dónde me había equivocado para que me estuviera pasando eso. Luego intenté hacer una chapuza para seguir adelante y todavía la cagué más. Finalmente tomé la resolución de deshacer pero entonces me di cuenta que no sabía hasta dónde deshacer porque no encontraba el error.

En ese preciso momento llamó mi madre, que tiene el don de la oportunidad, para preguntarme no sé qué historia sobre los regalos de Navidad y yo tuve que hacer un ejercicio de autocontrol muy grande para no reaccionar como esta señora del chaleco reflectante:

En fin, que a pesar de todo al final reaccioné, hice unos aumentos por aquí, unas pirulillas por allá y lo apañé todo lo bastante bien como para que quedara vistoso y sin tener que deshacer ni un punto. Ole, ole y ole.

Evidentemente me dio rabia que no me quedaran "como tienen que quedar" pero no me apetecía nada de nada deshacer medio calcetín o calcetín entero. Además, que los tejí los dos a la vez, así que hubiera tenido el doble de trabajo. Si hubieran sido un regalo sí que me hubiera esmerado más, pero como eran para mí... meh.

Así que la moraleja es, queridos amigos, que si decidís tejer La Digitessa os vayáis fijando un poco más de lo que hice yo, porque he visto en Ravelry que no soy la única tonta a la que le ha pasado esto.

Detalles aquí.