Y doce.

Con estos calcetines cierro este año que termina y doy por acabado y satisfactoriamente completado mi reto de tejer 12 pares de calcetines en 2012.

Estos últimos han sido unos calcetines de vagancia total. Lana un pelín más gordita de lo habitual, para tener menos puntos en las agujas, y los he dejado bastante cortos de caña, básicamente tan cortos como la paciencia que he tenido.

No, no me he matado mucho, la verdad. Pero es que no le veía sentido a esforzarme demasiado, pues además de que son feos, auguro que están destinados a desteñirse, así que simplemente los he utilizado como un ligue barato de barra de bar: he jugado con ellos hasta que me he cansado y después los he despachado. Solamente necesitaba algo estúpido para tejer a las 7 de la mañana en el bus, cuando mis neuronas aún están procesando información. No me he matado ni en arreglar los fallitos que iban saliendo.

La lana la teñí yo hace algunos años y utilicé para ese propósito la bebida Tang sabor tropical, diluida con más o menos agua dependiendo de la intensidad de color deseada. No os podéis ni imaginar el follón que monté para lograr crear una lana que hiciera rayas, pero por si tenéis curiosidad aquí os dejo un paso a paso explicando mi método para que sepáis cómo NO se debe hacer:

1. Seleccionar una casa con largos pasillos o amplios salones.
2. Engañar a la familia propietaria de la casa para que se vayan a dar un grato paseo de, digamos, un par de horitas tirando a lo bajo.
3. Coger dos sillas, poner cada una en una punta del largo pasillo y pasárselo en grande dando vueltecitas alrededor de ambas enroscando en ellas el ovillo de lana deseado, creando así una madeja mega-larga.
4. Retirar las sillas, forrar el suelo del pasillo con bolsas de basura, plásticos y lo que sea menester.
5. Mordentar la lana y preparar el tinte según costumbre. Yo la dejé un buen rato sumergida en vinagre blanco y, en cuanto al tinte/Tang, lo que hice fue concentrar unos cuantos sobres en muy poca agua y luego dividirla en tres vasos, a cada cual de ellos le añadí una cantidad distinta de agua para conseguir diferentes tonalidades del mismo color (aunque en el resultado final sólo se ven 2).
6. Extender la mega-madeja a lo largo y ancho del pasillo y deslomarse tiñendo. Cuanto más trozo tiñas de un sólo color, más ancha quedará la raya después.
7. Envolver la madejita en el papel Albal anteriormente preparado y proceder al baño de vapor o a lo que cada uno esté acostumbrado a hacer.
8. Recoger todo y eliminar todas las pruebas. Hacerse la loca cuando la madre de familia pregunte qué son esas manchas que hay en el pasillo.
9. Re-ovillar o re-madejar la mega-madeja ya seca-
10. Gozar del resultado:

De corazón os digo que no me gustan nada los colores obtenidos, pero me lo pasé bien tiñendo y me sentí orgullosa de haber conseguido hacer rayas, a pesar de que no me voy a molestar a lavar a mano los calcetines, por eso sé que en cuanto los ponga en la lavadora el color desaparecerá. Eso sí, para la próxima vez que quiera hacerlo pasaré olímpicamente de pasillos y experimentos raros e iré directamente a probar este mcgyverismo, que tiene pinta de funcionar la mar de bien.

Para terminar, un humilde mosaico con los doce calcetines que este año he tejido (reto que decidí asumir bien entrado ya el mes de marzo, todo hay que decirlo):

1. Swapetines 2012
2. Masonic Lodge
3. Ziggy
4. Kiwis
5. Liab
6. Carousel
7. Berries
8. Calcetinitos
9. Básicos
10. Kraut
11. La Digitessa
12. End of the World

Sí, ya sé que los calcetinitos nº8 no deberían contar dentro de este reto. De hecho, no iba a contarlos, pero a medida que se fue acercando el fin de año me di cuenta de que no me daría tiempo de hacer otro par de calcetines de tamaño estándar, así que pensé que le iba a dar el gustazo a mi autoestima y decidí que sí que cuentan. Y punto.

Para este año nuevo que ya llega espero tejer muuuuuuuuuuuchos calcetines más. Y chales. Y jerseys. Y guantes. Y gorros. Y dejarme la espina dorsal!!

Feliz 2013 :)